El Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. prevé que el número de migrantes que intentará llegar a su territorio, a través de la frontera con México, aumentará a niveles inéditos en comparación con las últimas dos décadas, pese al incremento de las expulsiones de adultos y grupos familiares.
"Estamos en camino de encontrarnos con más individuos en la frontera suroeste que en los últimos 20 años. Estamos expulsando a la mayoría de los adultos solteros y las familias. No estamos expulsando a niños no acompañados", afirmó este martes el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, mediante un comunicado.
El funcionario reconoció que la pobreza, los altos niveles de violencia y la corrupción, tanto en México como en los países del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, Honduras, El Salvador), han provocado un aumento significativo en la migración hacia EE.UU. en los últimos años.
"Esto no es nuevo. Hemos experimentado aumentos repentinos de la migración en 2019, 2014 y también antes. Desde abril de 2020, el número de encuentros en la frontera suroeste ha aumentado constantemente", indicó.
La situación era previsible. Los dos últimos huracanes en Honduras y el impacto económico y social de la pandemia de covid-19 en la región han recrudecido aún más las condiciones de vida de muchas personas, que se ven forzadas a migrar de sus lugares de origen.
Adultos, familias y niños
Mayorka señaló que la mayoría de los detenidos en la frontera suroeste de EE.UU. son adultos solteros, que "son rápidamente expulsados a México". Si este país latinoamericano no los acepta, son deportados en avión hasta sus naciones de origen.
Las familias de migrantes detenidas en la frontera viven una situación similar, y también están siendo expulsadas a México.
Sin embargo, a diferencia de los adultos solteros, la expulsión no siempre es inmediata en otros casos. De hecho, EE.UU. mantiene a muchas familias migrantes detenidas en su territorio mientras tramita su deportación, debido a que México tiene una capacidad limitada para recibir a núcleos familiares.
Sin embargo, el titular de Seguridad Nacional reconoció que el mayor reto son los menores de edad no acompañados.
"Todos los días nos encontramos con muchos niños no acompañados en nuestra frontera suroeste (...) Nos encontramos con niños de seis y siete años, por ejemplo, que llegan a nuestra frontera sin un adulto. Son niños vulnerables y hemos terminado con la práctica de la administración anterior de expulsarlos", afirmó Mayorkas.
En el documento se explica que los niños no acompañados son llevados a una instalación de la Patrulla Fronteriza y luego procesados para su transferencia al Departamento de Salud y Servicios Humanos (DSSH), dentro de las 72 horas posteriores a la detención.
El DSSH retiene a los niños para someterlos a pruebas, ponerlos en cuarentena y darles protección hasta que puedan asignarlos con un familiar o tutor en EE.UU.
En más del 80 % de los casos, el niño tiene un familiar en los EE.UU., y de ese porcentaje, 40% de los parientes son padres o tutores legales. "Se trata de niños que se están reuniendo con sus familias, que los cuidarán", explicó Mayorkas.
Las consecuencias de Trump
El funcionario también resaltó la forma en que la administración del expresidente Donald Trump "desmanteló por completo el sistema de asilo", al cerrar instalaciones y expulsar "cruelmente a los niños pequeños a manos de los traficantes".
Mayorkas también cuestionó cómo el Gobierno de Trump derribó las vías legales que existían para que los menores llegaran a EE.UU. de manera segura, eficiente y ordenada, y recordó el financiamiento de Washington para contener la migración en El Salvador, Guatemala y Honduras.
La administración del actual presidente estadounidense, Joe Biden, ha tomado el tema migratorio como una de las prioridades de su mandato.
Sin embargo, algunas de las acciones de su Gobierno han sido objeto de críticas por las contradicciones que presentan, ya que, por ejemplo, plantean reabrir los centros de detención para migrantes, mientras se flexibilizan ciertas medidas para permanecer legalmente en territorio estadounidense.