El Senado de Brasil aprobó una serie de medidas para evitar los fraudes antes y durante la aplicación de la vacuna contra el covid-19, que contemplan incluso la prisión de hasta tres años para quienes se salten la fila de vacunación.
Según la propuesta del senador Styvenson Valentim, los ciudadanos tienen el derecho de grabar o fotografiar su proceso de vacunación y pueden contar con la presencia de un acompañante. Esta medida se tomó ante las denuncias del uso de jeringas vacías, también conocidas como "vacunas de aire", entre los adultos mayores, recoge el portal web del Senado.
Quienes intenten impedir la grabación de la inmunización, la presencia de un acompañante o el registro del lote del fármaco en el cartón de vacunación pueden sufrir penas de entre seis meses y dos años de detención.
Saltar la fila
Este proyecto de ley, que ahora debe ir a la Cámara de Diputados, también contempla penas de entre uno y tres años a quienes infrinjan el orden de prioridad de vacunación establecido, es decir, quienes se salten la fila de personas que esperan para ser inmunizadas o quienes beneficien a un tercero que no hizo la cola.
Desde que comenzó la campaña nacional de vacunación, diez de los 212 millones de brasileños, un 4,7% de la población, han recibido la primera dosis de la vacuna china Coronavac o de la del laboratorio británico AstraZeneca, las dos únicas que hasta la fecha se administran en la nación suramericana.
Este proceso se lleva a cabo en medio de una situación que ha sido catalogada como "el mayor colapso sanitario y hospitalario" en Brasil. La víspera, el país suramericano alcanzó un nuevo pico máximo de fallecidos por covid-19, al notificar 2.340 muertes y 74.595 contagios en las últimas 24 horas.
Hasta ahora hay un total de 11.594.204 casos positivos y 281.626 víctimas fatales de la enfermedad, desde que comenzó la pandemia en el país.