Tras hacerse públicas las conclusiones de la inteligencia estadounidense de que Rusia trató de ayudar a Donald Trump a ganar las elecciones presidenciales del año pasado, Joe Biden ha aseverado este miércoles en una entrevista durante el programa 'Good Morning America' de ABC que va a haber consecuencias para Vladímir Putin. "El precio que va a pagar, van a verlo", afirmó el presidente de EE.UU.
La Oficina del Director de Inteligencia Nacional de EE.UU. publicó este martes un informe con su asesoramiento de las amenazas para las presidenciales de 2020 desde el exterior, en el que llegó a la conclusión de que "Putin autorizó —y una serie de organizaciones gubernamentales rusas llevaron a cabo— las operaciones de influencia destinadas a denigrar la candidatura del presidente Biden y el Partido Demócrata, ayudando al entonces presidente Trump".
Los autores del documento destacaron que "a diferencia de [las presidenciales de] 2016, no se observaron persistentes intentos cibernéticos de Rusia de obtener acceso a la infraestructura electoral" y esta vez se trató de "promover narrativas de influencia" que incluyeron "acusaciones engañosas o insubstanciales contra el presidente Biden".
Las supuestas retóricas del Kremlin contra Biden buscaban difundirse a través de "organizaciones mediáticas estadounidenses, funcionarios estadounidenses y prominentes individuos estadounidenses, incluyendo algunos cercanos al expresidente Trump y su Administración", según se desprende del informe.
Moscú, por su parte, rechaza las acusaciones en su contra. El portavoz del presidente ruso, Dmitri Peskov, ha declarado que no están de acuerdo con las conclusiones del informe sobre el supuesto papel del Kremlin en el proceso electoral de EE.UU. y ha asegurado que Rusia no interfirió ni en las elecciones de 2016, ni en las del año pasado.
"Rusia no tiene nada que ver con las campañas contra ninguno de los candidatos. En ese sentido, consideramos que este informe es incorrecto, completamente infundado y carece de evidencias", ha afirmado Peskov, lamentando que ese tipo de documentos "de baja calidad" suelen ser utilizados para incluir nuevas sanciones antirrusas en la agenda.