La decisión del Parlamento Europeo de levantar la inmunidad a tres políticos independentistas catalanes, lo que allana el camino para su extradición a España, supone una "amenaza" para la democracia europea que "socava la autoridad moral" de la UE, sostiene en una entrevista a RT el expresidente de la Generalitat de Cataluña Carles Puigdemont.
El Parlamento Europeo ha votado este mes a favor de levantar la inmunidad a Puigdemont, así como a Clara Ponsatí y Toni Comín, exmiembros del Gobierno catalán, todos ellos acusados por la Justicia española por su contribución al proceso independentista que culminó con una declaración unilateral de independencia de Cataluña en octubre de 2017. Los tres líderes independentistas ejercen como eurodiputados desde el año 2020.
"Muy mala señal"
En declaraciones al programa 'Going Underground' de RT, Puigdemont calificó la decisión de sus colegas eurodiputados como "una clara amenaza contra uno de los fundamentos de la democracia europea". En este sentido, considera que cuando un miembro del Parlamento Europeo es "procesado políticamente" y este órgano no defiende su inmunidad, eso es "una muy mala señal".
"Eso no está en el marco de la legislación europea y, de hecho, socava la autoridad moral de la Unión Europea para enseñar a otras regiones del mundo a proteger los derechos humanos y los valores fundamentales", denunció el exlíder catalán, que recordó que sigue actuando en calidad de eurodiputado y participando en actos oficiales.
Puigdemont, que se muestra convencido de que "no tendrá un juicio justo" en su país de origen, considera "vergonzoso" que las instituciones europeas "tengan una prueba clara de que se trata de un enjuiciamiento político" por parte de un estado miembro de la UE y que "colaboren y sean parte de ese enjuiciamiento". En este sentido, dijo esperar que la UE envíe a Madrid el mensaje de que deben "resolver los conflictos políticos utilizando herramientas políticas".
"Una crisis europea"
El político asegura que la hostilidad del Gobierno español hacia la independencia catalana siguió siendo la misma después de que Pedro Sánchez se convirtiera en presidente del Gobierno en 2018, y que el nuevo Gobierno se limitó a actualizar su "vocabulario" en comparación con sus predecesores del Partido Popular.
La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, celebró la decisión del Parlamento Europeo, porque —dijo— lanza el mensaje de que "los problemas de Cataluña se resuelven en España". Sin embargo, Puigdemont insiste en que los catalanes son "parte de Europa", por lo que su crisis "es una crisis europea".
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