Ikea France se enfrenta a la justicia por acusaciones de espiar a sus trabajadores y clientes

La subsidiaria francesa de la empresa Ikea fue llevada a juicio este lunes ante un tribunal de la ciudad de Versalles, bajo acusaciones de espiar a sus trabajadores y clientes y de contratar para ese fin a investigadores privados y exefectivos policiales.

Las demandas en contra de Ikea France se iniciaron en 2012, cuando los sindicatos denunciaron a las autoridades que la empresa recogía de manera ilegal información personal de sus trabajadores y clientes, al tiempo que pagaba para obtener acceso a archivos policiales sobre individuos a los que quería investigar, entre ellos algunos clientes con los cuales estaba en disputa.  

Jean-François Paris, exjefe del departamento de riesgos y uno de los acusados, reconoció a los jueces que su oficina gastó entre 530.000 y 630.000 euros al año en tales investigaciones,según informa Associated Press. Durante la audiencia de este lunes, añade la agencia, los abogados de Ikea France alegaron que la empresa ha cooperado con las autoridades judiciales y, desde que se abriera la investigación en 2012, ha adoptado procedimientos de cumplimiento y capacitación para prevenir actividades ilegales de ese tipo.

Entre los acusados se encuentran tanto gerentes y antiguos ejecutivos de la empresa como agentes de la Policía. De ser encontrados culpables, Jean-Louis Baillot y Stefan Vanoverbeke, dos exdirectores ejecutivos de la filial francesa, se enfrentarían a condenas de hasta 10 años de prisión y multas de 750.000 euros. La subsidiaria de la empresa se enfrenta a una posible multa de hasta 3,75 millones de euros. El juicio se prolongará hasta el 2 de abril. 

Casos similares de vigilancia ilícita han sido reportados en años anteriores. Tan solo en el 2011 se registraron 663 demandas laborales de trabajadores que denunciaban ser víctimas de espionaje. Aproximadamente 6.000 empresas han reconocido haber instalado cámaras y sistemas de geolocalización con esos fines.