Este miércoles comparecen los expresidentes españoles Mariano Rajoy y José María Aznar ante un tribunal. Lo hacen en calidad de testigos en un caso en el que se juzga la remodelación de la sede nacional de su formación política, el Partido Popular (PP), en la céntrica calle Génova de Madrid, que se habría pagado presuntamente con dinero negro.
José María Aznar ha sido el primero de los dos en testificar y ha declarado que no ha conocido ninguna contabilidad B de su partido y que nunca ha cobrado sobresueldos: "No sé lo que han hecho los demás, ni mis sucesores, y no me importa. Sé lo que he hecho yo y no he cobrado sobresueldos", ha apuntado.
Después de que el martes declararan los exsecretarios generales del partido María Dolores de Cospedal, Javier Arenas y Francisco Álvarez Cascos; así como el expresidente del Senado Pío García Escudero y el expresidente de las Islas Baleares Jaume Matas, entre otros altos cargos de la formación, esta jornada ha llegado el turno de los dos expresidentes del Gobierno. Para Rajoy no será su primera vez, ya que en 2017 se convirtió en el primer presidente de España que tuvo que declarar como testigo, en aquella ocasión fue por la 'Gürtel', otro caso de corrupción en el partido que por entonces dirigía.
Ambos han sido señalados por Luis Bárcenas, extesorero del Partido Popular y principal acusado en este caso, quien ya ha afirmado, a través de un escrito remitido a la Fiscalía, que tiene la intención de colaborar con la Justicia en este y en otros procedimientos también abiertos por presuntos casos de corrupción que tienen que ver con esta fuerza política.
Por videoconferencia y obligados a decir la verdad
Tanto Rajoy como Aznar testifican por videoconferencia. A diferencia de Bárcenas, al ser llamados como testigos tienen la obligación de responder las preguntas de todas las partes y están obligados a decir la verdad, de lo contrario incurrirían en el delito de falso testimonio, penado con entre seis meses y dos años de prisión.
En el caso de Aznar, Bárcenas ha apuntado que la 'contabilidad B' del PP ya funcionaba bajo su mandato. Se trata de unas cuentas opacas al fisco nutridas con fondos, provenientes de grandes empresarios que recibían adjudicaciones a cambio de contratos públicos, que eran utilizados para pagar sobresueldos a cargos del partido, según el testimonio del extesorero.
Pero la mayoría de las acusaciones vertidas por Bárcenas han tenido como objetivo a Rajoy. El extesorero le acusa de recibir 25.000 euros en metálico en un sobre marrón, de conocer la contabilidad paralela y de destruir documentos comprometedores para la formación.
También se espera que Rajoy sea preguntado sobre la 'operación Kitchen', una operación diseñada desde el Ministerio de Interior para robar documentación en poder del extesorero que habría sido pagada con fondos públicos. En ella se enmarca el turbio suceso en el que un falso cura llegó a secuestrar a la mujer y al hijo de Bárcenas a punta de pistola en busca de un pendrive.
¿Qué se juzga en este caso?
Aunque se espera que las indagaciones en las declaraciones de los testigos toquen también otros puntos, el juicio que se está celebrando desde el pasado 8 de febrero investiga la presunta financiación irregular de las obras de remodelación de la sede central del Partido Popular.
A pesar de que se sospecha que se habría pagado más dinero negro con anterioridad, se investiga si se utilizaron 900.000 euros de la contabilidad ilegal de la formación en el año 2008, el único que no se encuentra prescrito. Está acusado Luis Bárcenas, que ya se encuentra cumpliendo una pena de 29 años de prisión por otro caso relacionado con corrupción en el seno del PP; el segundo de Bárcenas, Cristóbal Páez; y los responsables de la empresa de arquitectura que habría cobrado parte de los trabajos sin declarar.