El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el domingo la distribución y comercialización masiva del Carvativir, un "antiviral" desarrollado por científicos del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) que, según las autoridades sanitarias, serviría para inhibir el coronavirus.
Maduro hizo el anuncio mientras informaba la implementación de dos semanas de cuarentena radical en el país, debido al aumento de casos de covid-19. "Vamos a distribuir el Carvativir en todo el país para su uso profiláctico, terapéutico y regenerativo. Después de los estudios farmacológicos, este antiviral ha sido aprobado por las autoridades sanitarias de Venezuela", recalcó el mandatario.
La autorización de este medicamento se da justo cuando el Gobierno intensifica y alerta sobre los riesgos de la segunda ola de contagios de covid-19, situación que se agrava, en buena parte, por la entrada de la variante 'P1' y el aparente relajamiento de la población sobre los cuidados preventivos.
Durante su intervención, Maduro alabó los beneficios farmacológicos del Carvativir y aseguró que puede ser utilizado como tratamiento complementario para la fortalecer la inmunidad contra el covid-19, como terapia para los pacientes enfermos, e incluso como fármaco regenerativo para las personas convalecientes de la enfermedad.
El proceso de distribución del Carvativir en Venezuela comenzó el lunes de esta semana. Primero, de forma gratuita, en los centros hospitalarios y luego se llevará a las farmacias, donde la población podrá adquirirlo.
¿Cómo funciona el Carvativir?
El Carvativir es presentado por las autoridades venezolanas como una medicina natural, totalmente inocua y que actúa como un "poderoso antiviral", compuesto por una molécula purificada, sintetizada y modificada: el isotimol (isothymol), fármaco que incentiva el estímulo de la respuesta inmunológica en los seres humanos.
Al ser el covid-19 una enfermedad que se aprovecha cualquier debilidad en el sistema inmunológico, el Carvativir actúa como contrincante del coronavirus en la replicación de su carga viral, al punto de neutralizarla al aplicar un tratamiento extendido, explicaron los investigadores a cargo del proyecto
La potencialidad terapéutica de este excipiente fue verificada a través de distintas pruebas clínicas y de laboratorio, analizadas por 9 meses continuos, que evidenciaron la efectividad del isotimol contra el covid-19.
Al superar estas pruebas, las autoridades venezolanas procedieron a dar el visto bueno para producirlo, comercializarlo y distribuirlo para su utilización en el país.
El Carvativir tiene además la característica de que puede ser usado como un tratamiento preventivo, curativo y regenerativo. Su aplicación en pacientes varía de acuerdo a la condición de salud que presente.
En el caso de personas que no han contraído la enfermedad, estas pueden utilizarlo como tratamiento profiláctico y aplicarlo con 10 gotas debajo de la lengua cada 4 horas hasta que se acabe el contenido.
La metodología de aplicación varía en los casos de pacientes graves, a quienes se les puede aplicar un máximo de 20 gotas cada 2 ó 3 horas, hasta que se comience a percibir una evolución positiva del enfermo.
Proceso de investigación
La investigación del Carvativir corresponde a la línea de evaluación de compuestos naturales y sintéticos contra el SARS-CoV-2, como parte de un proyecto seleccionado en el Registro Nacional de Investigadores, explica un despacho del Ministerio venezolano para Ciencia y Tecnología (Mincyt).
El virólogo venezolano Héctor Rangel, quien dirige las investigaciones sobre fármacos potenciales contra el covid-19 en Venezuela, dijo que el IVIC descubrió que el fármaco actúa favorablemente contra las células infectadas de covid-19 a medida que se aplica más carga de isotimol, principal compuesto del Carvativir.
"Con concentraciones crecientes del Carvativir, se observó una disminución en la formación de placas líticas. Eso indica una actividad antiviral", indicó el especialista, quien explicó que un antiviral es una molécula, de origen natural o sintético, que tiene la capacidad de bloquear la infección de un virus en una célula.
Según los encargados de la investigación, el Carvativir tendría la capacidad de evitar la replicación viral del coronavirus en el cuerpo del paciente, lo que produciría la llamada "tormenta de citoquinas", que ocurre cuando el sistema inmunológico da una respuesta exagerada para evitar la propagación interna del virus, y que es el episodio crítico de la enfermedad que produce inflamación pulmonar y luego la neumonía atípica del covid-19.
A finales de enero de este año, la titular del ministerio para Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez, explicó que la metodología aplicada en el desarrollo de la investigación sobre el Carvativir, incluyó las siguientes etapas:
- Aislamiento e identificación de principios activos.
- Realización del modelaje molecular.
- Aplicación de estudios in vitro y de ensayos in vivo.
- Estudios de la estabilidad química.
- Estudios clínicos realizados durante cuatro meses en pacientes positivos con sintomatología confirmada.
- Evaluación estadística en EE.UU.
Jiménez resaltó que recurrieron a dos laboratorios privados internacionales para confirmar los análisis del estudio, debido a que el bloqueo impuesto por el gobierno estadounidense contra Venezuela le impide al país acceder a reactivos.
Uno de esos laboratorios es la Clínica Mayo, con sede en EE.UU. Allí se evaluaron los niveles de citoquina en los plasmas sanguíneos de pacientes que recibieron Carvativir y en los que recibieron placebo.
Así se determinó, según Jiménez, que los pacientes tratados con el Carvativir evidenciaron un efecto inmunomodulador que mejoró su capacidad respiratoria y una disminución de la carga viral.
Estricta confidencialidad
El pasado 24 de enero, Maduro anunció la creación del fármaco. Para ese momento, el nombre del Carvativir era incluso desconocido para las personas que trabajaban en el proyecto, en vista de que las autoridades sanitarias decidieron hacer las investigaciones bajo estricta confidencialidad.
Días más tarde, la ministra Jiménez, explicó a la televisora estatal VTV las razones de la confidencialidad y por qué la Asociación de Investigadores del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Asoinivic) desconocía sobre el fármaco.
Jiménez, bióloga de profesión, recalcó que incluso los científicos a cargo del estudio desconocían el objetivo real de las primeras investigaciones sobre el fármaco, que era confirmar los efectos del isotimol como inhibidor selectivo de la proteasa principal del coronavirus.
El estudio, según Jiménez, se presentó "como una muestra problema a evaluar", que posteriormente, "a lo largo del proceso de investigación" sirvió para confirmar que el isotimol sí actuaba como inhibidor del covid.
La investigación, detalló la ministra, estuvo a cargo del doctor Alexander Briceño, quien en el proceso observó que el isotimol puede extraerse del tomillo y el orégano, a través de un proceso fitoquímico que permite sacar el fármaco de los aceites esenciales de ambas especies.
La ministra agregó que como parte de las certificaciones internacionales para el fármaco, ya tienen preparados artículos sobre la investigación "para someterlos a una revista científica arbitrada", así como informes técnicos para la OMS.
A finales de enero, Sylvain Aldighieri, gerente de incidentes para covid-19 de la OPS, dijo mediante una teleconferencia que era importante "que los investigadores y las instituciones de investigación, publiquen sus hallazgos utilizando estudios clínicos aleatorios con una metodología estricta para evitar sesgos".
"En el caso de esos fármacos o moléculas comentadas por las autoridades de Venezuela, haríamos exactamente las mismas recomendaciones de metodología, de publicación y de diseño de estudios científicos", acotó el también director adjunto del Departamento de Emergencias Sanitarias de la OPS.
Orlando Rangel Y.
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