El Tribunal del Distrito Sur de Nueva York declaró culpable al hondureño Geovanny Fuentes Ramírez, relacionado por la Justicia estadounidense con el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, por los cargos de tráfico de cocaína y tenencia ilegal de armas.
Fuentes Ramírez, quien conocerá la sentencia el próximo 22 de junio, fue hallado culpable de los cargos de "conspiración para importar cocaína a EE.UU" y por el uso y porte de ametralladoras durante la operación de tráfico de estupefacientes, según un comunicado publicado por el Departamento de Justicia.
La decisión se logró tras un día de deliberación de los doce miembros del mencionado tribunal. Los delitos por los que se condena a Fuentes Ramírez podrían acarrear una prisión de cadena perpetua.
Según la fiscal federal de Manhattan, Audrey Strauss, el acusado era "un traficante de cocaína despiadado, poderoso y asesino en Honduras" que facilitó el envío de grandes cargamentos de cocaína "sobornando a Juan Orlando Hernández Alvarado, entonces presidente del Congreso y ahora presidente".
Strauss afirmó que Hernández Alvarado ordenó a Fuentes Ramírez que se reportara directamente ante el "co-conspirador convicto" y excongresista hondureño Tony Hernández, hermano del mandatario.
¿Cuáles son las evidencias?
A partir de 2009, el acusado, en compañía de otras personas, estableció un laboratorio de cocaína en el departamento hondureño de Cortés, donde mensualmente se producían cientos de kilogramos de cocaína.
Según informa el comunicado, Fuentes Ramírez recibió cargamentos de droga enviados a Honduras por vía aérea y marítima y transportó la que producía. Además, brindó seguridad para el traslado "utilizando trabajadores fuertemente armados y personal policial y militar hondureño".
Entre 2010 y 2013, el narco hondureño participó en hechos de violencia relacionados con el tráfico de estupefacientes, uno de ellos ocurrió en 2012 cuando "golpeó y torturó" a un oficial al que finalmente le disparó en la cabeza.
Por esos años, recoge el texto, también "pagó un soborno" de unos 25.000 dólares al entonces presidente del Congreso, Juan Orlando Hernández Alvarado, "y le permitió a acceder a millones de dólares por el valor de la cocaína del laboratorio de Fuentes Ramírez".
Según la Justicia estadounidense, el actual mandatario le dijo que estaba interesado en acceder al laboratorio debido a su proximidad a Puerto Cortés, un punto de envío clave en la costa norte de Honduras. Del mismo modo, le manifestó al narcotraficante que las fuerzas armadas hondureñas brindarían seguridad y que el procurador general, Óscar Fernando Chinchilla Banegas, lo ayudaría.
Además, Hernández Alvarado pidió a Fuentes Ramírez que se reportara directamente con su hermano. Finalmente, le informó que quería hacerle creer a la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) que su país estaba luchando contra el narcotráfico, pero que a cambio eliminaría la extradición e inundaría a EE.UU. de droga.
El hermano de Hernández fue condenado en 2019 y su sentencia se dará a conocer el próximo 30 de marzo.
Fuentes Ramírez, recoge el comunicado, se reunió con Hernández durante el enjuiciamiento de su pariente, "como lo demuestran los datos del su teléfono", que reflejan que buscó dos veces direcciones de la residencia presidencial en Tegucigalpa, después de las presentaciones.
Respuesta de Hernández
Aunque el presidente hondureño no emitió comentarios directos sobre esta decisión, publicó en su cuenta de Twitter que quien omita la "reducción sin precedentes" de 95 % del tráfico de drogas por Honduras, cifras que él atribuye a los datos que ofrece EE.UU., "generalmente es solo un vehículo para titulares dramáticos para promover el falso testimonio de los narcos que derrotamos".
El pasado 19 de marzo, la Casa Presidencial subió un extenso hilo con trece trinos escritos en inglés sobre la política antinarcóticos del mandatario y donde se insinúa que los narcotraficantes extraditados a EE.UU. han hecho tratos con los fiscales de ese país para obtener beneficios. Esta información, según el Gobierno, ha sido silenciada por la prensa.
En uno de los tuits se pide dar a conocer que durante el Gobierno de Hernández el paso de cocaína de Honduras a EE.UU. se habría reducido de 87 % a 4 %, en colaboración con otros países.
También se solicita informar sobre la persecución "agresiva" contra la organización de narcotraficantes Los Cachiros, "que fueron extraditados o entregados a los EE.UU. por docenas".
En la publicación, además, se afirma que "hay docenas de narcos hondureños amargados y vengativos bajo custodia estadounidense" cuya "única esperanza" es hacer tratos con los fiscales estadounidenses.
La Casa Presidencial relaciona la extradiciones con un "tsunami de falsos testimonios" de "narcos vengativos" en el Distrito Sur de Nueva York, donde se encuentra el tribunal que lo relaciona con Fuentes Ramírez.
En otro tuit se pregunta: "¿Podrían los medios informar al público que cualquier gobierno que ataque agresivamente a los narcos, se asocie estrechamente con EE.UU., ponga decenas de narcos en cárceles estadounidenses, reduzca el tráfico en 95 %, como lo ha hecho Honduras, debe prepararse para un "tsunami de testimonios falsos?".
Finalmente, se publica la pregunta en inglés: "¿Podrían los medios informar al público, porque el público tiene derecho a saber?".