El Supremo de Brasil retoma la sesión para decidir si el exjuez Sergio Moro fue imparcial al condenar a Lula

La defensa del expresidente alega que el exmagistrado tuvo motivaciones políticas durante todo el proceso contra el líder petista.

Es uno de los fallos más esperados en Brasil. La decisiva audiencia para juzgar si el exjuez Sergio Moro fue parcial en los procesos que condenaron al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en el marco de la operación 'Lava Jato' se ha retomado este martes.

El análisis de la actuación de Moro está pendiente desde 2018, cuando la defensa de Lula presentó un 'habeas corpus' para cuestionar las decisiones del exjuez. Hace dos semanas Gilmar Mendes retomó el caso, después de que el magistrado Edson Fachin provocase un terremoto político al anular las condenas contra Lula al considerar que el tribunal que lo juzgó en Paraná no era competente. El dossier fue enviado entonces a Brasilia. 

Pero el pasado 9 de marzo, cuando la votación iba empatada, Kassio Nunes Marques, uno de los cinco magistrados, pidió más tiempo para analizar el caso.

Aunque supuestamente este martes el voto de Marques –que ocupa el cargo desde hace unos meses cuando fue propuesto por el presidente, Jair Bolsonaro– debe ser decisivo, el resto de magistrados pueden cambiar de decisión.

'Lava Jato'

El caso Lava Jato fue lanzado en 2014 y destapó un entramado de sobornos multimillonarios, dentro y fuera de Brasil, a cambio de adjudicaciones de contratos de obras públicas a través de la petrolera estatal Petrobras. Pero el nombre de Moro se catapultó definitivamente cuando condenó a Lula a 12 años y un mes de prisión por corrupción y lavado de dinero en un caso de triplex situado en Guarujá, Sao Paulo. 

El expresidente permaneció un año y siete meses privado de libertad, hasta que en noviembre de 2019 el Supremo declaró inconstitucional su encarcelamiento. Desde la cárcel, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) lideró todas las encuestas de opinión y era el gran favorito para ganar los comicios de 2018, pero se vetó su candidatura, lo que propició la victoria de  Bolsonaro, quien eligió a Moro como ministro de Justicia, cargo al que renunciaría después.

La defensa de Lula argumenta que Moro recibió y aceptó la invitación por parte de Bolsonaro para incorporarse al gobierno, lo que indicaría que tuvo motivaciones políticas durante todo el proceso contra el líder petista. Una tesis que ganó fuerza en 2019, cuando el portal The Intercept Brasil filtró unos mensajes que revelaron que el exjuez se coordinó con los fiscales para encarcelar a Lula. 

También alegan que en marzo de 2016, Moro divulgó los contenidos de unos audios de unas conversaciones obtenidas sin autorización entre Lula y la exmandataria Dilma Rousseff.

Una decisión del Supremo en contra de Moro por parcialidad podría tener un impacto sobre todos los procesos en los que estuvo al cargo en 'Lava Jato', la mayor operación anticorrupción de la historia del país. En lo que respecta a Moro, su futuro político quedaría truncado.