En medio de la crisis por el aumento del flujo migratorio, el Departamento de Defensa de EE.UU. anunció este martes que había recibido una solicitud interna del Gobierno para albergar a niños migrantes no acompañados en dos instalaciones militares ubicadas en el estado de Texas, recoge Reuters.
"Acabamos de recibir esta solicitud, así que no tengo muchos más detalles que eso. La analizaremos y evaluaremos como lo hacemos con cualquier otra solicitud de asistencia", dijo el vocero del Pentágono, John Kirby, agregando que en la solicitud del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) se considera utilizar los espacios de la Base Conjunta de San Antonio y los de Fort Bliss.
No es la primera vez que se considera la posibilidad de que Fort Bliss y otras bases de Texas y Arkansas se conviertan en el 'hogar' de niños migrantes no acompañados. En mayo de 2018, el periódico The Washington Post informó de que la Administración Trump tenía los mismos planes, unos planes que, aunque finalmente no se materializaron, fueron calificados como "pura maldad" y de "campos de concentración para niños" por críticos del exmandatario que ahora permanecen en silencio.
El actual inquilino de la Casa Blanca, Joe Biden, se comprometió a revertir muchas de las políticas fronterizas de línea dura de Trump, pero terminó siguiendo algunos pasos de su predecesor (como la reapertura de una instalación para niños migrantes en Texas) y, tras menos de dos meses como presidente, está lidiando con una emergente crisis humanitaria y política.
Según señala Reuters, el número de migrantes que llegan a la frontera entre EE.UU. y México este año está en camino de ser el más alto en 20 años. Para el sábado, el Gobierno de EE.UU. alojaba a aproximadamente 15.500 niños migrantes no acompañados, incluidos 5.000 adolescentes y niños varados en instalaciones de la Patrulla Fronteriza que no están diseñadas para la custodia a largo plazo, informó CBS News.
Sin embargo, la Administración Biden rechaza catalogar la situación como una crisis. "Bueno, los niños que se presentan en nuestra frontera y que huyen de la violencia, que huyen de la persecución de la justicia, que huyen de situaciones terribles, no es una crisis. Sentimos que es nuestra responsabilidad abordar con humanidad esta circunstancia y garantizar que sean tratados y puestos en condiciones seguras", dijo recientemente la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki.