Una investigación preliminar de una nueva ola de muertes de elefantes en Botsuana ha excluido el ántrax e infecciones bacterianas como causas de las defunciones, comunicó este miércoles el Ministerio de Medioambiente.
El saldo mortal en la Reserva de Moremi, un área protegida en el norte de la nación sudafricana, ha crecido a 39, después de los 11 decesos registrados en enero pasado, informa Reuters.
El Ministerio de Medioambiente, Recursos Naturales, Conservación y Turismo ha excluido también la caza furtiva, dado que los colmillos estaban intactos en los cuerpos descubiertos.
"Más análisis de laboratorio se están realizando. Las extensas pesquisas terrestres y aéreas no han revelado mortalidad entre otras especies de la vida salvaje en el área", afirmó el Ministerio.
La reserva se ubica a unos 100 kilómetros al este de Seronga, donde se registraron 330 muertes de elefantes en circunstancias misteriosas en el curso de varias semanas del año pasado.
En septiembre pasado, las autoridades anunciaron que unas toxinas, producidas por cianobacterias presentes en el agua, fueron las responsables de la muerte de los mamíferos.
Las cianobacterias son microorganismos que se hallan con frecuencia en el agua y, en menor medida, en el suelo. Si bien no todas son tóxicas, los expertos advierten que el calentamiento global favorece la propagación de aquellas que sí producen toxinas.