La marca de ropa sueca H&M se ha convertido en objeto de boicot por usuarios y plataformas chinas por sus comentarios sobre el estado de los derechos humanos en la región de Xinjiang.
El texto en cuestión fue publicado hace un año. En él, la compañía asevera que no coopera con fábricas ubicadas en Xinjiang ni recibe productos confeccionados allí para evitar el uso de trabajo forzoso de la población uigur, según rezan algunos informes.
Con la imposición de sanciones antichinas este lunes por varios países occidentales, la declaración de H&M, junto con comunicados similares de otras marcas —entre ellas, Zara, Gap, Fila y Under Armour—, atrajeron la atención de los internautas chinos, provocando una ola de indignación en las redes sociales. Por ejemplo, una de las primeras publicaciones que citó las declaraciones correspondientes ha obtenido casi 2,5 millones de 'Me gusta' desde que fue publicada esta mañana.
En vista de la reacción en las redes, varias tiendas chinas en línea, entre ellas taobao.com y jd.com, han ocultado los productos de la marca sueca. Las tiendas de aplicaciones de Xiaomi, Huawei y Vivo también boicotearon la 'app' de H&M, mientras que los mapas de Baidu y Dianping.com no muestran la ubicación de sus boutiques, recoge Global Times.
La campaña de boicot, parecida a la de Nike, aparentemente ha afectado también al comercio 'offline' de la compañía. "Después del incidente de hoy, definitivamente no volveré a comprarles en el futuro. […] Muchas marcas nacionales no son inferiores a [H&M]", cita un diario local de Shenyang a un hombre, al mostrar el interior medio vacío de una tienda de la cadena.
Recientemente el gigante asiático se convirtió en objeto de críticas desde el exterior por las supuestas violaciones de derechos de las comunidades musulmanas en Xinjiang. EE.UU. ya empleó sanciones para incentivar a Pekín a cambiar su postura acerca de la región. Las autoridades chinas negaron repetidamente las acusaciones, y calificaron la retórica de los países occidentales como "interferencia" en sus asuntos internos.
Este lunes, EE.UU., Canadá, el Reino Unido y la UE sancionaron a varios dirigentes chinos, afirmando que la población musulmana de Xinjiang, de etnia uigur, está siendo víctima de genocidio. El mismo día Pekín respondió con una medida similar contra la Unión Europea, superando con creces el número de personas y entidades sancionadas: 10 personas y cuatro entidades a las que China acusó de "dañar gravemente la soberanía y los intereses" del país, así como de difundir "maliciosamente mentiras y desinformación".