La portavoz de la Cancillería china, Hua Chunying, criticó este jueves los informes del supuesto uso del trabajo forzoso de los uigures en Xinjiang.
Comentando durante una rueda de prensa las declaraciones de marcas de ropa como H&M y Nike, que dieron por sentado los reportes sobre la presunta explotación coercitiva de esa etnia musulmana, la vocera las calificó de "mentiras".
"Fueron instigadas primero por algunos supuestos académicos y medios de comunicación, y luego algunas fuerzas antichinas siguieron con el bombo publicitario. Este incidente en sí es extremadamente incorrecto, difundiendo rumores y calumniando a China", afirmó Hua.
Luego, la diplomática comparó la recolección del algodón en Xinjiang con la realizada en Estados Unidos durante el siglo XIX. "Fue en EE.UU. donde los esclavos negros se vieron obligados a recoger algodón en los campos", recordó Hua. Señaló que en Xinjiang el proceso es en gran medida mecanizado, lo que reduce la necesidad de mano de obra.
"El presunto trabajo forzoso es inexistente", dijo Hua al mostrar dos fotografías: una de un terrateniente estadounidense y trabajadores negros en 1908 y otra, de obreros uigures contemporáneos. Hua también publicó las imágenes en su cuenta de Twitter, acompañándola con el siguiente mensaje: "Una escopeta y varios sabuesos vs. sonrisas y cosechas. ¿Trabajo forzado?".
En una publicación posterior, la portavoz presentó un video sobre el proceso altamente mecanizado de la cosecha de algodón en Xinjiang. "En el 2020, el 69,83% del algodón de Xinjiang se cosechó con máquinas. La cifra llegó al 95% en el norte de Xinjiang. La mecanización en el sur de Xinjiang ha aumentado constantemente. ¿Trabajo forzado?", cuestionó Hua.
Recientemente el gigante asiático se convirtió en objeto de críticas desde el exterior por las supuestas violaciones de derechos de las comunidades musulmanas en Xinjiang. EE.UU. ya empleó sanciones para incentivar a Pekín a cambiar su postura acerca de la región. Las autoridades chinas negaron repetidamente las acusaciones, y calificaron la retórica de los países occidentales como "interferencia" en sus asuntos internos.
Este lunes, EE.UU., Canadá, el Reino Unido y la UE sancionaron a varios dirigentes chinos, afirmando que la población musulmana de Xinjiang, de etnia uigur, está siendo víctima de genocidio. El mismo día Pekín respondió con una medida similar contra la Unión Europea, superando con creces el número de personas y entidades sancionadas: 10 personas y cuatro entidades a las que China acusó de "dañar gravemente la soberanía y los intereses" del país, así como de difundir "maliciosamente mentiras y desinformación".