Un cazabombardero furtivo F-35B del Cuerpo de Marines de EE.UU. sufrió importantes daños en la parte inferior de su fuselaje al explotar un proyectil disparado por su cañón de 25 mm poco después salir de la boca del arma, informa el portal especializado Military.com.
El incidente, ocurrido el 12 marzo sobre una base militar en Yuma, estado de Arizona, no provocó víctimas y el piloto de la aeronave logró aterrizar de manera segura, según el portavoz del servicio del Cuerpo de Marines, Andrew Wood.
A diferencia del F-35A de la Fuerza Aérea, el siempre problemático monomotor F-35B Lightning II está equipado con un cañón de cadena Gatling GAU-22 que está instalado en una barquilla de armas externa debajo del fuselaje del avión, al igual que el F-35C de la Marina de Guerra.
Sin embargo, el Centro de Seguridad Naval, que también maneja estos asuntos para el Cuerpo de Marines, categorizó el accidente como un percance de Clase A. Según esta clasificación, el siniestro causó daños valorados en al menos 2.500.000 dólares o provocó muertes o lesiones con resultado de discapacidad permanente entre el personal.
La munición que explotó debajo del F-35B fue un proyectil de tipo PGU-32/B SAPHEI-T, un trazador incendiario con una carga de alto explosivo. Cuando funciona correctamente e impacta un objetivo, su espoleta activa con un ligero retraso el elemento incendiario y la carga explosiva dentro de su cuerpo principal.
La detonación resultante también esparce una pequeña cantidad de circonio, un compuesto que se enciende espontáneamente en contacto con el aire y arde a temperaturas muy altas, causando daños adicionales.