¿Volverá al poder? Los primeros pasos de Trump en su rápido regreso a la política
El final del gobierno del expresidente Donald Trump (2017-2021) representó un hecho calamitoso para el Estado y la política estadounidense.
La toma del Congreso por parte de sus seguidores, luego del desconocimiento del resultado electoral, acarreó un hecho vergonzoso en el que la respetabilidad de las fuerzas del orden y la prestancia institucional se vinieron al suelo, en un asalto que causó al menos seis muertes.
En aquel momento la imagen del entonces presidente sufrió un sismo, debido al trato y acusaciones que recibió desde diversos sectores políticos, incluyendo de su propio partido, así como de la casi totalidad de los medios de comunicación. Mientras terminaba su mandato, muchos funcionarios de su gobierno fueron apartándose de él y sus abogados patinaban tratando de defenderlo.
Su actitud produjo la transición entre gobiernos más conflictiva de la historia estadounidense y sus seguidores fueron acusados de terroristas.
Trump se convirtió así en una especie de antilíder execrado de la política, además de censurado por las redes sociales que eran su sustento comunicacional. El 'establishment' entero, tanto el demócrata como el republicano, le señalaron furiosamente por el hecho y le condenaron como un político irresponsable.
¿Cómo el país más poderoso del mundo podía aceptar que grupos relativamente pequeños de manifestantes extravagantes avanzaran hacia el interior del poder legislativo y se tomaran fotos en el salón de sesiones y en la oficina de la propia presidenta de la cámara de representantes Nancy Pelosi?
Es algo que nadie ha sabido explicar bien.
Todo parecía indicar que el entonces presidente, en sus últimos días al frente del gobierno, no se salvaría de un 'impeachment'. El segundo en su contra durante su mandato.
Por su parte, el partido republicano parecía debilitado y el liderazgo de Trump le amenazaba con acarrearle una división histórica.
Pero el 13 de febrero, de manera sorpresiva, Trump logró zafarse de esa acusación cuando el Senado lo absolvió. Salvado del juicio político, no tardó mucho tiempo en reaccionar y volver a la arena política.
A finales de febrero Trump reapareció en la Conferencia de Acción Política Conservadora de Orlando. Su primera acción consistió en dar un espaldarazo al partido republicano y negar el rumor de que fundaría un nuevo partido político: "No estamos comenzando partidos nuevos. Tenemos al Partido Republicano más unido que nunca".
Nadie podrá olvidar que después de tanta indignación mediática contra el "alocado e intempestivo" gobierno de Trump, en medio de su indiferencia hacia una pandemia que estaba causando cerca de medio millón de muertes en EE.UU. y de una rebelión en contra del racismo debido al asesinato de afroamericanos por parte de la Policía, este 'outsider' logró sacar casi 12 millones de votos más que en su primera elección presidencial. En 2016 sacaría 62.984.829 para ganarle a Hillary Clinton y en 2020 sacaría 74.223.251 para perder con Joe Biden.
Su apoyo creció de manera significativa. Y podría seguir creciendo.
Volver a la política
Trump no tardó mucho en recuperar su capacidad de lanzar dardos y volver a la arena política, donde ya se está sintiendo cómodo nuevamente en sus críticas al nuevo presidente, Joe Biden.
Para iniciar su calistenia no habló de problemas generales o ideológicos, ya que situó su primera crítica contundente a Biden en la frontera sur, debido a que crece de manera importante la cantidad de migrantes que tratan de pasar a EE.UU., quizá por tener estos expectativas de acogida del nuevo gobierno que revirtió varias políticas que había llevado Trump, a quien se le acusa de antiinmigrante.
Al respecto, Trump fue categórico al denunciar: "Nuestro país está siendo destruido en la frontera sur, algo terrible de ver".
Después de haber sido tan criticado por los demócratas en este asunto de la inmigración, el exmandatario devuelve el golpe en medio de una verdadera crisis.
Alguien tan vapuleado como él hasta el mes de febrero, tanto así que lo describían en situación de 'knock out' político, ha logrado apenas en marzo comenzar a girar sus puños discursivos y asestar alguno de ellos.
Indiscutiblemente Trump ha vuelto y estará allí para amagar ante cada paso de Biden.
O ante cada cada mal paso, porque una vez el actual presidente trastabilló en las escaleras del avión presidencial, Trump comenzó una andanada de burlas y críticas que seguramente le están haciendo mucho daño al primero –quién acaba de cumplir dos meses en el gobierno– y mucho beneficio a él, quien ya aparece en escena como un líder indiscutible: "Vi como Joe Biden subía las escaleras hoy y yo dije: 'No perdí contra él, no perdimos contra él", afirmó de manera burlona, acompañado del gobernador de Florida, Ron DeSantis.
A propósito del tropiezo, también dijo: "Lo esperaba en realidad (…) ahora, esa caída fue terrible y en realidad no fue una, fueron tres", poniendo a prueba la capacidad del actual presidente para gobernar. "Lo que está pasando es una locura y te preguntas por todas las cosas que está firmando, si entiende o no lo que está firmando", agregó.
El Trump acorralado está desapareciendo tan rápidamente como se va debilitando el gobierno de Biden, todos los ojos que tuvo encima los últimos meses de su mandato, se trasladan al actual presidente y cualquier nuevo tropiezo, en la materia que sea, va a tributarle a su revancha política.
Hay que recordar que Biden, de 78 años, ganó no por ser un gran líder, sino por representar una campaña 'atrápalo todo': ¡todos contra Trump!, en una coyuntura inigualable que le permitió sumar a todos los sectores descontentos, desde los republicanos antitrump hasta la izquierda radical de Sanders, pasando por el crisol de las minorías sociales. Es decir, Biden posee una base de apoyo muy crítica que está evaluando cada reacción del gobierno.
Es, por ende, un gobierno endeble, y así lo ha señalado Trump cuando predice que esta gestión la culminará Kamala Harris.
Trump ha logrado sobrevivir al tsunami en su contra, ahora volverá a ser un actor de peso en la política estadounidense y ya ha asomado su posible candidatura presidencial para 2024 y la continuación de su proyecto: "Nuestro movimiento de gente orgullosa y trabajadora, de patriotas estadounidenses, apenas está comenzando y al final saldremos airosos".
Ociel Alí López
Es sociólogo, analista político y profesor de la Universidad Central de Venezuela. Ha sido ganador del premio municipal de Literatura 2015 con su libro Dale más gasolina y del premio Clacso/Asdi para jóvenes investigadores en 2004. Colaborador en diversos medios de Europa, Estados Unidos y América Latina.
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