El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció este viernes que vetará una ley contra el tráfico ilegal de personas recientemente aprobada por la Asamblea Legislativa, argumentando que la normativa "criminaliza a todos sin distinción".
"Soy la última persona que quiere que nuestra gente se vaya. Pero no podemos seguir criminalizando la migración. Alguien que secuestra y trafica a su víctima es muy diferente de alguien que ayuda a un grupo de gente desesperada a cruzar una frontera. Esta ley será vetada", escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
"Hay verdaderos criminales que sí hay que perseguir, pero generalizar es peligroso e inhumano. La nueva Asamblea hará una ley que persiga a los criminales, pero que no criminalice a nuestros migrantes", agregó Bukele.
La Ley Especial contra el Tráfico Ilegal de Personas fue aprobada por la Asamblea Legislativa este jueves y tiene como objetivo "la detección, persecución penal integral, juzgamiento y prevención del delito de tráfico ilegal de personas, ya sea que se cometa o no con la vinculación de organizaciones o grupos criminales".
La legislación contempla penas de cárcel de ocho a doce años por los delitos de tráfico ilegal de personas, de cuatro a ocho años por la promoción de esta práctica y de tres a seis años por el "delito de agrupaciones ilícitas dedicadas al tráfico ilegal de personas y el de obstaculización del debido proceso".
"Esta ley nos dará herramientas para castigar severamente a quienes arriesgan la vida de miles de víctimas ofreciéndoles un viaje ilegal e inútil", declaró el fiscal general de El Salvador, Raúl Melara. La iniciativa también fue alabada por el encargado de negocios de la Embajada de EE.UU. en El Salvador, Brendan O'Brien. "Hay júbilo cuando un país reconoce que sus ciudadanos no pueden ser usados como mercancía de tráfico. El paso que ha dado El Salvador protege a las personas vulnerables al tráfico ilegal de personas y castiga duramente a los traficantes que les ofrecen un viaje en vano", dijo O'Brien.