El Canal de Suez permanece cerrado como consecuencia del encallamiento del portacontenedores MV Ever Given, que desde este martes bloquea esta infraestructura crucial para las comunicaciones. La situación ha provocado un enorme atasco de barcos que transportan todo tipo de mercancías, desde alimentos hasta petróleo y gas, y genera preocupaciones de que podría afectar seriamente las cadenas del suministro de productos, entre ellos el de café instantáneo.
Entre los contenedores paralizados en esta importante vía marítima, por la que pasa alrededor del 12 % del comercio global de mercancías, están los contenedores de café robusta, el tipo que utiliza Nescafé para producir café instantáneo. Europa ya se encuentra entre las regiones más afectadas por la inutilización del Canal de Suez, ya que todo el café que el continente importa desde África Oriental y Asia llegan a través de él, según informó este viernes Bloomberg.
La ruta, que conecta el mar Mediterráneo con el mar Rojo, es más conocida por su papel en el transporte de petróleo y gas, pero también es importante para el tránsito de productos agrícolas, como el café. De hecho, solo dos de los grandes productores de café robusta, Brasil y Costa de Marfil, no utilizan el Canal de Suez para llegar a los principales consumidores de Europa.
En medio de las preocupaciones por la interrupción de suministros, los futuros de robusta negociados en Londres subieron un 2,8 %, rebotando desde un mínimo de dos semanas. Este viernes, la brecha de precios entre el café para entrega en mayo y los granos para julio aumentó más del 30 %.
Previamente, Europa también había tenido problemas para obtener suministros de Vietnam, el mayor productor de robusta del mundo, debido a la escasez de contenedores. "¿Pueden los tostadores soportar retrasos de dos a tres semanas? Probablemente no. No creo que tengan el 'stock' de reserva que normalmente tienen", señaló la jefa de logística de la comercializadora de café suiza Sucafina SA, Raphaelle Hemmerlin.
Por otra parte, las interrupciones en los suministros también podrían tener un impacto global, ya que los retrasos en los envíos retienen los contenedores en los que se transporta, exacerbando su escasez global. En EE.UU., la situación ya llevó los inventarios de contenedores a un mínimo de seis años, señala Bloomberg.
"La logística se verá más perturbada cuanto más tiempo se tarde en resolver el problema", señaló el comerciante Hans Hendriksen. "Si esto dura uno o dos días más, significará una semana de retraso, por lo que no habrá mucho impacto. Más allá de este [período de tiempo], con los problemas que ya tenemos con el flete desde Asia, los precios del flete aumentarán aún más. Para mí, esto solo agrega más problemas a toda la cadena de suministro", dijo Raphaelle Hemmerlin.
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