Una política francesa sugiere que los blancos deben "guardar silencio" cuando las personas de color discuten sobre racismo y desata una polémica
Audrey Pulvar, una vicealcaldesa de París, ha provocado controversia después de que dijera que los blancos deberían permanecer como "espectadores silenciosos" si asisten a reuniones 'no mixtas' en las que personas de color discuten sobre racismo.
La expresentadora de televisión, que ahora encabeza la lista del Partido Socialista para las próximas elecciones regionales en Isla de Francia, el sábado dijo a la cadena BFM TV que "no se sorprendió" al escuchar que las personas de color celebran reuniones cerradas a los blancos. De esta manera, la política reaccionó a las palabras de la presidenta de la Unión Nacional de Estudiantes de Francia (UNEF), Melanie Luce, que había defendido la organización de encuentros 'no mixtos'.
"Que las personas que son discriminadas por las mismas razones y de la misma forma sientan la necesidad de reunirse para discutirlo no me sorprende profundamente", dijo la vicealcaldesa, que al mismo tiempo cree que no sería del todo correcto prohibir por completo que los blancos asistan a estas reuniones. Pulvar sugirió que la solución sería permitir que una "mujer blanca o un hombre blanco asista al taller (...) y que guarde silencio, que sea una espectadora o un espectador silencioso".
"No digo que sea necesario que tenga prohibida la entrada, sino que se calle y hablen las personas más preocupadas", aclaró. Las declaraciones de la vicealcaldesa fueron tildadas de racistas y contrarias a los valores franceses por algunos políticos. Valérie Pécresse, presidenta del Consejo Regional de Isla de Francia (la región capitalina), dijo que, en su región ninguna persona "debería ser discriminada por el color de su piel". "¡No existe el racismo 'aceptable'! Siempre seré un baluarte contra quienes intenten fracturar nuestro país", tuiteó.
En general, el tema de las reuniones 'no mixtas' se han convertido en un punto de tensión entre la derecha y la izquierda de la política francesa. Por ejemplo, la presidenta de la Agrupación Nacional (extrema derecha), Marine Le Pen, estimó que la Fiscalía debería "iniciar un proceso por incitación a la discriminación racial contra Pulvar". "Debemos poner fin a esta escalada racista de una parte de la extrema izquierda que se está liberando de todas las reglas legales, morales y republicanas", enfatizó.
Al mismo tiempo, Audrey Pulvar recibió el apoyo del político de izquierda Jean-Luc Mélenchon. "¡Audrey Pulvar no es racista! (...) Quienes se abalanzan sobre ella, en cambio, no pueden ocultar su inclinación sexista y discriminatoria. El debate público se está derrumbando", tuiteó.