De cada 10 muertes que las autoridades de México atribuyen oficialmente al covid-19, hay otras seis defunciones que no son contabilizadas en la estadística diaria, situando al país latinoamericano entre las naciones con mayor exceso de mortalidad por esta enfermedad en el mundo.
El Gobierno mexicano estimaba —con base en las estadísticas de años previos— que entre 2020 y 2021, México registraría un aproximado de 846.499 defunciones. No obstante, en este mismo período, la nación contabilizó 1.263.501 muertes, según detallaron las autoridades al actualizar un informe sobre exceso de mortalidad.
Esto equivale a un exceso de 417.002 decesos ocurridos durante la actual pandemia del coronavirus. Aunque esta cifra incluye muertes asociadas con otros padecimientos, las autoridades reconocen que el pasado 13 de febrero, cuando la Secretaría de Salud confirmaba un total de 182.301 víctimas fatales por covid-19, México, en realidad, acumulaba 294.287 fallecimientos por esta enfermedad, es decir, un 61,9 % más que lo anunciado oficialmente.
Explicación
Desde el inicio de la pandemia, la Secretaría de Salud informa sobre los decesos confirmados a través del Sistema de Información de la Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades Respiratorias (SISVER), que se compone de la data reportada por los hospitales de los 32 estados del país.
En cambio, los certificados de defunción son un indicador sobre el total de muertes ocurridas en el país, incluyendo las principales causa de muerte en México.
Además, es importante destacar que como sucede en otros países latinoamericanos, muchos de los fallecimientos por covid-19 no suceden al interior de los hospitales, ni son identificados por las autoridades sanitarias.
"El SISVER es un sistema de vigilancia que toma los datos [decesos] confirmados (...) y son parte del sistema de vigilancia de las personas que llegaron a atenderse, que están hospitalizadas y que están en el sistema", reconoció Ruy López, director general del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (Cenaprece), el pasado 27 de enero.
"Siempre hemos reconocido que hay un grupo de personas que lamentablemente fallecieron que no están dentro de nuestro sistema de vigilancia", agregó López.
El funcionario reconoció este subregistro tras el informe preliminar del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), que desveló que que de enero a agosto de 2020, se documentaron 108.658 defunciones en México causadas por covid-19, cifra superior a las 75.017 muertes reportadas en el mismo periodo por la Secretaría de Salud.
En el citado informe preliminar, el INEGI documentó que el covid-19 fue la segunda causa de muerte en México, por debajo de las enfermedades del corazón, que ocupan el primer lugar con 141.873 decesos, y por encima de la diabetes mellitus, afección que se encuentra en el tercer puesto, con 99.733 fallecimientos, en el período que comprende de enero a agosto de 2020.
Otros factores
Por otra parte, el exceso de mortalidad también contempla muertes por otros factores distintos a la enfermedad generada por el virus SARS-CoV-2.
Al respecto, el asesor de emergencias de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Jean-Marc Gabastou, explicó en julio de 2020 que las estadísticas de exceso de mortalidad a nivel mundial contemplan otras causas de muerte, como diabetes, enfermedades del corazón, Alzheimer y enfermedades cerebrovasculares.
Además, el especialista de la OPS reconoce que el covid-19 tiene efectos colaterales en la data mundial sobre el exceso de mortalidad, debido a que la pandemia ocasiona que muchas personas con un padecimiento distinto pueden verse afectados por: la falta de atención y acceso a servicios médicos; el deterioro de la alimentación; el aislamiento social; el incremento del estrés; entre otros.
Panorama mundial
Pese a que la mayoría de las naciones registran excesos de mortalidad a consecuencia de la pandemia del coronavirus, México se ubica en la séptima posición, al ver esta cifra y compararla con la tasa por cada 100.000 habitantes, solo detrás de Rusia, Ecuador, Bulgaria, Lituania, Bolivia y Perú.
José Beltrán
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