El ekranoplano clase Lun de fabricación soviética permanece como una poderosa arma en la actualidad, según el diseñador principal del artefacto, Vladímir Kirílovyj.
"El Lun sigue siendo un arma en el siglo XXI. No hay nada semejante en ningún país. Seis misiles Moskit combinados con su velocidad lo hacen un arma muy potente", afirmó el científico, que cumplió 90 años este martes.
El investigador señaló que, entre las tareas de combate, es capaz de luchar "contra cualquier fuerza marina de superficie, incluido un grupo de portaaviones".
Codificado como proyecto 903, este buque se desplazaba a pocos metros de altitud sobre la superficie del mar utilizando el llamado efecto suelo, que le permitía portar una carga útil igual a la mitad su peso (de unas 240 toneladas) a una velocidad de hasta 500 kilómetros por hora.
Fue apodado 'asesino de portaaviones' por contar con seis misiles antibuque supersónicos tipo Moskit y por su facilidad para acercarse a grandes barcos de guerra enemigos a una distancia de alcance de lanzamientos pasando casi desapercibido.
De los ocho artefactos planeados, el primero que se lanzó en julio de 1986 resultó ser el único proyecto completado. La producción de estos temibles y enormes vehículos, de 74 metros de eslora y 19 metros de alto, fue suspendida en los años 90 debido a la falta de financiamiento tras la separación de la URSS.
El año pasado, este ekranoplano, único en su clase, fue grabado por un dron en una playa cerca de la ciudad de Derbent, a orillas del mar Caspio, donde espera su incorporación a un parque temático militar.
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