La Justicia de Japón ha multado con el equivalente a poco más de 80 dólares a un hombre de Osaka por el abuso virtual al que sometió a Hana Kimura, la estrella del programa de telerrealidad 'Terrace House' que se suicidó en mayo de 2020 tras sufrir una ola de críticas en las redes sociales.
La sentencia del Tribunal Sumario de Japón, citada por el diario The Japan Times, indica que el acusado realizó una serie de comentarios difamatorios sobre esa luchadora poco antes de que se quitara la vida, incluidos mensajes en los que se burlaba de ella y preguntaba cuándo moriría.
El condenado, que ronda la veintena, pagó de inmediato esa multa de 9.000 yenes, precisó ese periódico nipón.
Sin violación de DD.HH.
Kyoko Kimura, madre de la fallecida, presentó una denuncia de violación de derechos humanos contra 'Terrace House', programa de Fuji Television Network, porque está convencida de que la avalancha de odio que sufrió su hija se debió a que la mostraron como una mujer violenta.
Sin embargo, un comité independiente de la Organización de Ética de la Radiodifusión y Mejora de Programas concluyó el 30 de marzo que, si bien el programa tiene "problemas en términos de ética de la radiodifusión", resulta difícil detectar que hubo una violación de los derechos humanos.
La denunciante calificó esta decisión como decepcionante y afirmó que se siente "indefensa" en su búsqueda de justicia tras la muerte de su hija.
Muerte de Hana Kimura
Hana Kimura trabajó para la empresa de lucha libre japonesa Stardom y participó en el espacio televisivo 'Terrace House', coproducido por Fuji TV y distribuido por Netflix, que dejó de emitirse después de que esta joven falleciera a los 22 años.
La víctima fue encontrada sin signos vitales en su apartamento de la región tokiota de Koto y habría muerto a causa de la ingestión de ácido sulfhídrico poco después de difundir en Twitter imágenes de supuestas lesiones autoinfligidas acompañadas por un mensaje en el que afirmaba que se sentía "débil" y "quería ser amada".
Los tuits en los que manifestó que cada día recibía casi 100 opiniones que le "dolieron" fueron eliminados de su cuenta, mientras que terminó su última publicación con la frase "gracias a todos, los amo" y se despidió con un "adiós".
Este suceso generó revuelo internacional y provocó que los ministros y legisladores de Japón tomaran medidas para abordar el acoso en línea.
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