Un puñado de monedas desenterradas en un huerto en una zona rural de Rhode Island y en otras partes de la región estadounidense de Nueva Inglaterra, podrían ayudar a resolver el caso de Henry Every, un pirata y asesino inglés que se convirtió en el criminal más buscado del mundo después de saquear un barco que transportaba a peregrinos musulmanes y eludir su captura haciéndose pasar por un comerciante de esclavos, informa AP.
"Es una nueva historia de un crimen casi perfecto", afirmó Jim Bailey, un historiador aficionado y buscador de metales que encontró la primera moneda árabe intacta del siglo XVII en un prado de la localidad de Middletown.
De acuerdo con los relatos históricos, el 7 de septiembre de 1695 Henry Every y sus secuaces capturaron el Ganj-i-Sawai, un barco repleto de oro y plata, propiedad del emperador indio Aurangzeb. Después de eso, mataron a los hombres a bordo del barco y escaparon con el botín a las Bahamas, un popular refugio de piratas.
Presionado por la India, el rey inglés Guillermo III ofreció una generosa recompensa por las cabezas de los criminales.
Los historiadores solo sabían que Every finalmente navegó a Irlanda en 1696 y luego su rastro se perdió, por lo que nunca fue capturado. Sin embargo, ahora Bailey asegura que las monedas que ha encontrado son evidencia de que el famoso pirata se dirigió primero al norte de Estados Unidos, donde él y su tripulación usaron el botín para los gastos diarios mientras huían. De hecho, según la arqueóloga estatal de Connecticut, Sarah Sportman, parte de la tripulación podría haberse establecido e integrado en Nueva Inglaterra.
Jim Bailey encontró la primera moneda completa en 2014. Era de plata, se había oscurecido y tenía el tamaño de una moneda de diez centavos. Al principio, supuso que era española, pero luego la inspeccionó más de cerca y vio el texto en árabe grabado.
Se trataba de una moneda acuñada en 1693 en Yemen. Eso inmediatamente generó dudas, ya que no hay evidencia de que los colonos estadounidenses que vivían en el Nuevo Mundo hubieran viajado al Medio Oriente para comerciar hasta décadas después.
Desde entonces, otros usuarios de detectores de metales han desenterrado 15 monedas árabes de la misma época, en el noreste de Estados Unidos.
"Existe una amplia documentación de fuentes primarias que muestra que las colonias estadounidenses fueron bases de operaciones para los piratas", señaló Bailey, en referencia al hecho de que Every pudo haberse escondido a plena vista haciéndose pasar por un comerciante de esclavos, una profesión emergente en la Nueva Inglaterra de 1690.
Los arqueólogos e historiadores familiarizados con las observaciones de Bailey creen que su trabajo está arrojando nueva luz sobre uno de los misterios criminales más perdurables del mundo.
"La investigación de Jim es impecable", dijo Kevin McBride, profesor de arqueología en la Universidad de Connecticut. "Es algo genial. Es realmente una historia bastante interesante".
Por su parte, el profesor asociado de historia de la Universidad de California-San Diego y experto en piratería Mark Hanna, aseguró que "perdió la cabeza" cuando vio por primera vez las fotografías de la moneda hallada por Bailey.
"Fue algo increíble", aseguró Hanna, que es también autor del libro de 2015, 'Pirate Nests and the Rise of the British Empire' (Los nidos de piratas y el ascenso del Imperio británico). "La historia del capitán Every es de importancia mundial. Este objeto, esta cosita, puede ayudarme a explicarla".
Bailey, que guarda sus hallazgos más valiosos en una caja fuerte, pretende seguir cavando.
"Para mí, siempre se ha tratado de la emoción de la búsqueda, no del dinero", señala. "Lo único mejor que encontrar estos objetos son las historias perdidas que se esconden detrás de ellos".