Después de casi 77 años de haber permanecido en el fondo marino, un equipo de investigadores ha confirmado el hallazgo de los restos del destructor estadounidense USS Johnston (DD-557), hundido durante la Segunda Guerra Mundial en la batalla del golfo de Leyte, en el Mar de Filipinas, informó esta semana el Comando de Historia y Patrimonio Naval (NHHC, por sus siglas en inglés).
El barco de unos 115 metros de largo fue localizado en octubre de 2019 en el borde de un acantilado submarino por el buque de investigación RV Petrel, pero su identidad solo fue confirmada ahora. En esta ocasión, la compañía de tecnología submarina Caladan Oceanic logró descender hasta el lugar y hacer tomas del naufragio, considerado el más profundo jamás descubierto.
Mediante un sumergible tripulado, los investigadores ubicaron la proa del USS Johnston a una profundidad de 21.180 pies (más de 6.400 metros). Las imágenes tomadas muestran los restos intactos en el fondo del Pacífico y se ve claramente el número de casco del barco, 557, lo que ratifica su identidad.
"Una lucha brutal y sangrienta"
El buque de clase Fletcher se perdió durante la batalla de Samar, que tuvo lugar el 25 de octubre de 1944 y es conocida como uno de los mayores enfrentamientos navales de la historia. Este feroz enfrentamiento fue la acción central de la batalla del golfo de Leyte, que ocurrió entre el 23 y el 26 de octubre de mismo año.
Dirigido por el comandante Ernest Evans, el USS Johnston era superado en armamento y personal, pero aun así luchó hasta el final contra una línea masiva de buques de guerra japoneses para proteger a las fuerzas estadounidenses que pretendían liberar las Islas Filipinas. El destructor de clase Fletcher tenía una tripulación de 327 personas, pero solo 141 sobrevivieron.
"Fue una lucha brutal y sangrienta que sirve de recordatorio y reflexión para los marineros de hoy en día", comentó el director del NHHC, Sam Cox.
Por su parte, Viktor Veskovo, quien dirigió la expedición y condujo el submarino, se comprometió a entregar todo el material audiovisual recopilado a la Marina de EE.UU. Durante la inmersión no se hallaron restos humanos, pero el equipo depositó una ofrenda florar en conmemoración a las vidas que se perdieron.