Expertos británicos advirtieron que la dependencia de China en el sector de las tierras raras, cruciales para las industrias de defensa y tecnología, podría ser cada vez más perjudicial para la seguridad del Reino Unido, publicó este lunes The Times. Uno de los expertos citados por el diario dijo que existe "el riesgo de que China use su posición en la cadena de suministro para presionar a otras economías".
Las tierras raras son un grupo de 17 elementos químicos esenciales para una amplia gama de industrias, desde la electrónica de consumo y los automóviles eléctricos hasta la fabricación de componentes militares. Por ejemplo, para la producción de un caza polivalente F-35 estadounidense se requieren 424 kilos de elementos de tierras raras.
Estos elementos han estado durante mucho tiempo en el centro de la guerra comercial entre Washington y Pekín, y en varias ocasiones se informó de que China podría estar considerando restricciones a la exportación de tierras raras para la industria de defensa de EE.UU.
Actualmente China domina la producción mundial de elementos de tierras raras, descritos como 'oro industrial', y que son difíciles de extraer y procesar. De acuerdo con algunas estimaciones, el año pasado las minas chinas produjeron 110.000 toneladas de tierras raras, una cifra que representa más del 55 por ciento de la producción minera global total.
Según Global Market Insights, para el año 2024 el mercado de tierras raras tendrá un valor de 20.000 millones de dólares. Mientras, varios países están intentando reducir esta dependencia debido a temores de que China pueda convertir en un arma su monopolio casi global sobre ese mercado. A medida que la guerra comercial expuso este punto débil, Washington ha estado tratando de impulsar la inversión en el sector, buscando formas de aumentar su propia producción.
China no solo posee las mayores reservas mundiales de tierras raras (alrededor de 45 millones de toneladas), sino que buena parte de las que se extraen en otros países proveedores, como EE.UU., el Reino Unido o Australia, también se procesa en el gigante asiático, que dispone de una avanzada tecnología para ello. La mayoría de los elementos de tierras raras utilizados por las industrias del Reino Unido se han procesado en China, por lo que los expertos advierten que esta dependencia podría convertir en vulnerables las cadenas de suministro de seguridad nacional y la economía.
En una revisión de la política exterior y de defensa del Reino Unido publicada el 16 de marzo, la dependencia de las tierras raras se destacó como un problema de seguridad, y se señaló la importancia fundamental de diversificar los suministros para "mantener abierto el comercio de bienes fundamentales en tiempos de crisis". Como una de las soluciones, las autoridades británicas están financiando un proyecto de minería en aguas profundas en el Pacífico.