Cuando Brasil ha superado los 330.000 muertos por covid-19 y con un promedio de 3.000 fallecidos diarios, se debate la reapertura de las iglesias y los templos. Un juez del Supremo Tribunal Federal (STF) contradijo este fin de semana las medidas impuestas por lo gobernadores y permitió la apertura de los lugares religiosos, lo que generó malestar y también confusión.
"Justamente, porque vivimos momentos tan difíciles es necesario reconocer lo esencial que es la actividad religiosa responsable, entre otras funciones, de brindar acogida y consuelo espiritual", comentó Kassio Nunes Marques, uno de los once magistrados del STF.
En pleno fin de semana de Semana Santa, la decisión de Marques –recién llegado al STF y que fue recomendado para el cargo por el presidente, Jair Bolsonaro– sorprendió al resto de jueces y a parte los gobernadores de los 27 estados.
"Más disciplinadas"
El presidente, un gran crítico de las medidas de los gobernadores, informó de la decisión de Marques en Twitter. Mientras, el alcalde de Belo Horizonte, Alexandre Kalil, aseguró que no permitiría los cultos religiosos en la ciudad.
En opinión del vicepresidente, Hamilton Mourao, estas celebraciones son diferentes a las fiestas. "Las personas que frecuentan los templos son más disciplinadas. Es diferente a las fiestas clandestinas que ocurren. No voy a ponerlas en el mismo nivel, son actividades totalmente distintas. Una es espiritual y la otra corporal, vamos a decirlo así", destacó.
Otros dos casos similares han sido presentados ante el STF. Uno de ellos es una petición del Partido Social Democrático (PSD) contra el decreto de Sao Paulo para prohibir las celebraciones religiosas.
Este lunes, el juez Gilmar Mendes rechazó suspender el decreto del gobierno de Sao Paulo y mandó el caso al plenario del Supremo, que tomará una decisión definitiva sobre el asunto y que se aplicará en todo el país.
En su decisión, Mendes destacó la escalada de muertes y el colapso del sistema de salud. "En un escenario tan devastador es necesario reconocer que las medidas restrictivas en lo que respecta los cultos colectivos, por duras que sean, no solo son adecuadas, sino necesarias para proteger la vida y el sistema de salud", afirmó.
Según la prensa, lo más probable es que los jueces del STF decidan no abrirlos, ya que el año pasado se estableció que los alcaldes y gobernadores tuviesen las prerrogativas para tomar las medidas que consideren oportunas.
Brasil registró el domingo 1.233 muertes en 24 horas y 30.939 casos, según datos del consorcio de prensa. La semana pasada fue la peor desde que comenzó la pandemia al registrar 19.231 decesos. En total, ya son 331.530 fallecidos y más 12,9 millones los contagios.