La NASA llevó a cabo con éxito este martes una prueba de la cápsula Orion, que se prevé que transportará a tripulantes a la Luna y de regreso a la Tierra como parte del programa Artemis.
En el marco de la prueba, una réplica casi idéntica de la Orion real, de 6,3 toneladas de peso, fue lanzada desde una altura de dos metros a un tanque de agua especial de seis metros de profundidad instalado en el Centro de Investigación Langley de la NASA en Hampton, Virginia.
El aparato llevaba instalados más de 500 sensores para medir cargas y otros indicadores durante el amaraje a aproximadamente 15-35 kilómetros por hora, la velocidad a la que se planea que la cápsula entrará en contacto con el agua cuando regrese a la Tierra.
"Parece un lanzamiento perfecto y parece que la cápsula se comportó tal y como se esperaba. (...) Con esta prueba nos aseguramos de que tanto el vehículo de prueba, o el futuro vehículo Orion, como los astronautas que se encuentren en su interior estén a salvo durante cualquier aterrizaje futuro", dijo Jacob Putnam, analista de datos de Langley.
El test de hoy es parte de una serie de pruebas que la NASA comenzó el 23 de marzo "para finalizar los modelos de computadora para cargas y estructuras antes de la prueba de vuelo de Artemis II, la primera misión de la NASA con tripulación a bordo de la Orion", indicó la organización espacial estadounidense, que aún tiene previstos al menos otros dos test de impacto de agua para esta cápsula de prueba de la Orion.
Se espera que la Orion realice un vuelo de prueba a bordo del cohete más grande del mundo, el Space Launch System (SLS), a finales de 2021 o 2022. Más adelante, no antes de 2023, llevará a tripulantes a una misión alrededor de la Luna, para posteriormente realizar una misión tripulada de aterrizaje lunar en 2024.