En el límite sur de la ciudad industrial de Oruro, en el Altiplano boliviano, se encuentra el lago Uru Uru, una masa de agua con una superficie de 214 kilómetros cuadrados originada a mediados del siglo XX como resultado de la actividad minera. Desde entonces, el lago ha pasado a jugar un papel importante para la ciudad y las comunidades que lo rodean y se ha convertido en un gran atractivo turístico por su belleza y rica biodiversidad. No obstante, durante los últimos quince años sufre de un deterioro medioambiental constante, pues toneladas de plásticos y desechos urbanos van a parar a sus orillas.
Ahora, el ecologista francés Alexis Dessard, que se dio a conocer por impulsar una campaña de limpieza en el salar de Uyuni, también en Bolivia, ha convocado en sus redes sociales a realizar la limpieza del lago Uru Uru.
La presencia del activista fue aprovechada por el alcalde electo de la ciudad de Oruro, Adhemar Wilcarani, quien lo acompañó a realizar un recorrido por el área afectada.
Funcionarios de la Alcaldía anticipan que para llevar a cabo esta limpieza (agendada para el 8 y 9 de abril) se necesitarán 500 personas, así como camiones de carga y al menos una excavadora para recoger la basura esparcida en 10 hectáreas cerca del lago, que son apenas una fracción de las casi 240 hectáreas que están contaminadas, sin tener en cuenta la basura que se encuentra debajo del agua.
"El 90 % de la basura proviene de la ciudad de Oruro. Dicha basura es trasladada por el canal Tagarete, que se junta con el canal Roso y otros pequeños canales que llegan directamente hacia el lago Uru Uru, dijo en una entrevista con RT Limbert Sánchez, responsable de comunicación del Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA), que recientemente realizó una visita al lago para evaluar su situación.
De acuerdo con Sánchez, la contaminación aumenta cada año y metales pesados como el cadmio, el zinc, el arsénico y el mercurio transportados por las aguas ácidas de la mina San José afectan gravemente la flora y la fauna del lago.
"En el año 2002, el lago Uru Uru fue declarado sitio Ramsar, pues sus humedales albergan gran cantidad de aves", señala Sánchez.
En el Uru Uru viven aproximadamente 76 especies de aves, unos 120.000 flamencos de tres de las seis clases que hay en el mundo, así como plantas y peces endémicos que han servido de sustento al pueblo de los urus, considerado uno de los más antiguos del continente.
En el año 2002, el lago Uru Uru fue declarado sitio Ramsar, pues sus humedales albergan gran cantidad de aves
Sánchez lamenta que, hasta ahora, las autoridades locales "no han presentado ningún proyecto detallado y concreto para mitigar el futuro impacto antropogénico en el lago".
"Solo se está planificando hacer la limpieza de los plásticos", añade.
El Uru Uru también se ve amenazado por otro problema: el cambio climático.
Sánchez advierte que "este ha sido un año de mucha sequía. Por lo tanto, el espejo de agua está bien reducido y su extensión llega a solo 30 de los 214 kilómetros cuadrados disponibles".
Desde hace más de veinte años, la CEPA realiza campañas de educación ambiental en las escuelas, pero Sánchez considera que eso no es suficiente y que se necesitan acciones políticas y normativas para lograr que la población deje de verter sus desechos al lago.
"Si no se toman medidas concretas en los próximos meses y años, nuestro lago Uru Uru poco a poco desaparecerá por la contaminación minera, urbana y el cambio climático. Por ello, es necesario contar con planes y proyectos para el manejo integral y sostenible del lago. Todo este plan debe contar con presupuesto para su implementación. Por eso, las autoridades municipales ya están pidiendo apoyo financiero al Gobierno central", concluye el ambientalista.
Glauber Senarega