El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, comentó el posible nombramiento de un enviado especial de EE.UU. para el proyecto Nord Stream 2 y afirmó que el país norteamericano está recurriendo a nuevos instrumentos de sanciones.
"Al parecer, debido a que ya no participan en el Tratado de Cielos Abiertos, se les han desatado las manos, empleados han quedado libres y están nombrando a un representante especial para poner fin al proyecto del gasoducto Nord Stream 2. Solo va a viajar y amenazar a todo el mundo", dijo este jueves el canciller ruso en una conferencia de prensa tras una reunión con su homólogo kazajo.
"Bueno, así es su diplomacia, no de cañones, sino ahora también de nuevos instrumentos de sanciones", agregó.
En cuanto al posible nombramiento del enviado especial estadounidense, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que el proyecto Nord Stream 2 no tiene ninguna relación con el país norteamericano, por lo que este paso representaría una interferencia en los asuntos de otros Estados. Agregó que los socios de Rusia en el proyecto tienen la intención de completar su construcción.
Este miércoles, se informó de que la Administración Biden, que busca bloquear el proyecto del gasoducto transeuropeo Nord Stream 2, se propone designar a un enviado especial que tome parte en negociaciones con ese fin.
A finales de marzo de 2021, el asesor de seguridad nacional de EE.UU., Jake Sullivan, presentó informalmente para ese cargo la candidatura de Amos Hochstein, quien antes se desempeñó como enviado especial y coordinador de asuntos energéticos internacionales durante la presidencia de Barack Obama. Asimismo, fue asesor cercano y confidente político del entonces vicepresidente Joe Biden, y hasta finales del año pasado formó parte del consejo de supervisión de la compañía energética ucraniana Naftogaz.
El Nord Stream 2 fue concebido para aumentar sustancialmente las capacidades de entrega de gas del Nord Stream 1, buscando duplicar el suministro de gas natural desde Rusia hacia Alemania a través del mar Báltico. El gasoducto abastecerá a 26 millones de hogares y reducirá considerablemente la factura energética de los ciudadanos del norte de Europa.