La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, indicó que la situación en Donbass sigue siendo difícil y está empeorando cada vez más debido a "la actitud belicosa de Kiev, que vive con la ilusión de la posibilidad de una solución militar del conflicto en el sureste del país".
Zajárova volvió a denunciar que Kiev está transportando tropas y maquinaria a la línea de contacto en Donbass y criticó el aumento de la "histeria en los medios ucranianos sobre la mítica amenaza rusa" y sobre los hipotéticos planes de Moscú de atacar al país vecino.
La portavoz pidió a las autoridades de Kiev que respeten los acuerdos de Minsk, respaldados por una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU. El acuerdo Minsk II, un conjunto de medidas de control del alto el fuego, fue acordado en una cumbre celebrada en la capital bielorrusa en febrero de 2015 por los líderes de Alemania, Francia, Ucrania, Rusia en el formato del Cuarteto de Normandía. El documento fue firmado por el grupo de contacto para la solución pacífica de la situación en el este de Ucrania, integrado por representantes de Ucrania, Rusia, la OSCE y las repúblicas populares no reconocidas de Donetsk y Lugansk.
No se necesitan ilusiones, no se necesitan fantasías, no se necesitan acciones de provocación si Kiev declara su intención de establecer una vida pacífica. El plan está sobre la mesa, pero ha estado sobre la mesa durante mucho tiempo
"Este es precisamente el programa aprobado por la comunidad mundial, que debería conducir a la paz en general en Ucrania y en su región de Donbass", enfatizó Zajárova. "No se necesitan ilusiones, no se necesitan fantasías, no se necesitan acciones de provocación si Kiev declara su intención de establecer una vida pacífica. El plan está sobre la mesa, pero ha estado sobre la mesa durante mucho tiempo", agregó.
Este jueves, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, mostró su preocupación sobre la escalada de tensión en el sureste de Ucrania en una conversación telefónica con la canciller de Alemania, Angela Merkel. Putin "llamó la atención sobre las acciones provocadoras de Kiev, que recientemente ha estado exacerbando la situación en la línea de contacto" entre las tropas ucranianas y las milicias de las repúblicas populares no reconocidas de Donetsk y Lugansk.
El presidente ruso enfatizó la necesidad de que Kiev implemente los acuerdos firmados, "principalmente para establecer un diálogo directo con Donetsk y Lugansk y legalizar el estatus especial del Donbass".
La vocera ministerial también comentó las declaraciones del presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, sobre la posible entrada del país en la OTAN, un paso que, según el mandatario, "supuestamente conduciría al fin del conflicto en la región".
"La hipotética obtención de la membresía en la Alianza, contrariamente a las expectativas de Kiev, no traerá la paz a Ucrania, sino que, por el contrario, provocaría una escalada de tensión a gran escala en el sureste y podría tener consecuencias irreversibles para el Estado ucraniano", puntualizó Zajárova.
Nueva escalada
Últimamente, las violaciones del alto el fuego en la región, acordado en julio del año pasado por el grupo de contacto sobre la resolución del conflicto en el este de Ucrania, se volvieron sistemáticas.
Uno de los incidentes más impactantes fue la muerte el viernes pasado de un niño nacido en el 2016, que estaba jugando en el patio de su casa en la aldea de Aleksándrovka. En la república popular no reconocida de Donetsk afirman que su muerte fue causada por un ataque aéreo de un dron ucraniano equipado con un artefacto explosivo, mientras que Kiev lo niega. La muerte del niño a causa de una explosión fue indicada en el reciente informe de la OSCE, mientras que la misión especial de vigilancia de dicho organismo continúa la investigación del caso.
En este contexto, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, lamentó este martes que el Gobierno ucraniano siga contando con el respaldo de Occidente a pesar de que "las violaciones de todos los acuerdos de Minsk por parte de Kiev son obvias".