'El Salvador en venta' ('The Savior for Sale', en inglés), nuevo documental del cineasta Antoine Vitkine que se emitirá el 13 de abril en la televisión francesa, alega que el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salmán, presionó al Museo del Louvre para que ocultara la falsedad de la versión no auténtica de 'Salvator Mundi', adquirida por él por una suma récord en la historia de las subastas, recoge Forbes.
Profundiza en la controversia que rodea a la obra, que hizo historia en el mundo del arte en el 2017, cuando fue vendida a una persona privada por 450 millones de dólares. La casa de subastas Christie's la calificó como "el mayor redescubrimiento artístico de los últimos 100 años".
Las preguntas sobre la autenticidad del 'Salvator Mundi' aparecieron cuando en septiembre del 2018 la sucursal del Museo del Louvre en Abu Dabi canceló inesperadamente la inauguración de la obra. Desde entonces la pintura no se ha visto en público. Su paradero siguió siendo un misterio hasta que, en el 2019, se reveló que podría estar en el yate de Bin Salmán.
Paralelamente, los expertos del Museo del Louvre concluyeron que la pintura fue hecha en el taller de Leonardo da Vinci, pero no por el propio maestro. Quisieron publicar sus hallazgos, pero no pudieron hacerlo porque el propietario se negó a prestar la obra. A su vez, la institución no puede hacer comentarios públicos sobre pinturas de propiedad privada que no haya exhibido.
Aún más, otros historiadores y especialistas cuestionaron la autenticidad del 'Salvator Mundi'. Según uno de ellos, la pintura es el trabajo de un asistente de Da Vinci, Giovanni Antonio Boltraffio, que contiene solo "pequeños retoques" del propio pintor.
De acuerdo a Forbes, en 'El Salvador en venta' aparecen bajo seudónimos varios altos funcionarios del gobierno de Emmanuel Macron, que informan que la oferta del príncipe heredero de prestar la pintura al Louvre para la exposición del 2019 tenía condiciones. Consistían en que el Museo debería exhibir el 'Salvator Mundi' junto a la 'Mona Lisa' para demostrar al público su autenticidad del 100%. Esta condición fue rechazada por los altos funcionarios del Gobierno francés, lo que provocó un conflicto diplomático entre ambos países.