Varias entidades sindicales y trabajadores del sector cárnico en Brasil se movilizan para bloquear una propuesta de los empresarios con la que, entre otras cosas, se pretende eliminar el derecho de descanso al 95 % de los empleados.
Desde el año pasado, los empresarios sugieren una serie de cambios en la Normativa Reguladora (NR) 36 –aprobada en 2013 durante el gobierno de la expresidenta Dilma Rousseff–, que establece protocolos de salud y seguridad para los trabajadores de los mataderos. En diciembre, el Gobierno abrió una consulta pública que debe concluir en agosto.
"Es inconcebible que, en el momento de la peor crisis sanitaria de la historia, a los trabajadores del matadero, calificados como imprescindibles y que continúan su labor para garantizar el suministro de alimentos a la sociedad, se les retire cualquier derecho", lamentó el abogado Lincoln Roberto a Brasil de Fato.
Roberto recordó que los empleados se exponen a grandes riesgos como "cortes y amputaciones, ruidos, frío constante, exposición a agentes biológicos, desplazamiento de cargas, fugas de amoníaco o un uso excesivo de la fuerza".
"Importante conquista social"
"La normativa es una importante conquista social (...) que aborda la protección de los trabajadores en el uso de la maquinarias (...), además de cuestiones como la vestimenta o los ruidos en los locales de trabajo", comentó el médico, Roberto Ruiz.
La RN-36 establece que después de una hora y cuarenta minutos dentro de las cámaras frigoríficas, los empleados deben tomar pausas de 20 minutos para que el organismo se recupere y evitar también enfermedades.
Los sindicatos denuncian que lo que se pretende ahora es que los descansos solo se permitan a aquellos empleados que trabajen en ambientes con una temperatura inferior a 4°C, lo que supondría el 5 % de los trabajadores de los mataderos.
"Este es uno de los puntos que más incomoda a los empresarios (...) significa que los trabajadores son remunerados cuando descansan. Y el capitalismo no quiere eso porque exige el aprovechamiento máximo de la persona", explicó Ruiz.
Por su parte, Geni Dalla Rosa de Oliveira, miembro de la Confederación Brasileña Democrática de los Trabajadores en la Industria de la Alimentación, dijo estar "muy preocupada con esta revisión". "El uso repetitivo de la fuerza provoca problemas en los músculos y tendones. Estamos muy preocupados porque sabemos que este gobierno solo se mueve para buscar beneficios y destruir cualquier conquista de la clase trabajadora", advirtió.
Según el Anuario Estadístico de Accidentes de Trabajo de la Seguridad Social, en los mataderos se registran unos 22.000 accidentes anuales, entre 50 y 60 cada día.
"Revisar y armonizar"
Dos de las entidades que se manifiestan en la consulta pública abierta por el gobierno son la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA) y la Confederación Nacional de Industria (CNI), que representan a gigantes como JBS, Minerva o BR Foods.
En un comunicado enviado a Brasil de Fato, ABPA negó cualquier retirada de garantía de seguridad a los empleados. "El sector productivo se ha manifestado sobre la necesidad de revisar y armonizar la NR-36, sin renunciar a la seguridad esencial y necesaria de miles de trabajadores de la industria", comentó.
Asimismo, añadió que más de siete años después de la NR-36 es "el es el momento de corregir lo que no ha resultado eficiente". Según ABPA, "esta revisión puede ser una oportunidad para de armonización [de la NR-36] con las prácticas internacionales de gestión de seguridad y salud en el trabajo, como ocurre en la Unión Europea y otros países".