Las sanciones estadounidenses contra el sector de supercomputación chino empiezan a tener efecto, ahora que el fabricante de semiconductores taiwanés TSMC ha dejado de aceptar pedidos de Phytium Information Technology, una de las 7 entidades chinas añadidas la semana pasada a la lista negra comercial del Departamento de Comercio de EE.UU.
Según una fuente conocedora del asunto citada por South China Morning Post, la compañía TSMC satisfará los pedidos ya existentes para el momento de la aprobación de las sanciones, pero en adelante "acatará todas las leyes y regulaciones" y actuará "conforme a las restricciones de exportación".
El Departamento de Comercio anunció el pasado jueves medidas contra 7 entidades "involucradas en la fabricación de supercomputadoras utilizadas por actores militares de China" por considerar sus actividades "contrarias a la seguridad nacional o a los intereses de la política exterior de EE.UU.".
El portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Zhao Lijian, declaró el viernes en una conferencia de prensa que las sanciones "no pueden frenar el progreso científico y tecnológico chino" y que solo "reforzarán su determinación y voluntad de innovar de forma independiente".
Pese a sus intentos de desarrollar la fabricación de semiconductores, China sigue siendo altamente dependiente de los microprocesadores fabricados en el extranjero. Las supercomputadoras del país utilizan principalmente microprocesadores fabricados por Intel, AMD y IBM, explica Francis Lau, profesor de computación en la Universidad de Hong Kong.
"Las sanciones afectarían la habilidad china de mantener su posición de liderazgo en supercomputación, ya que todas las supercomputadoras actuales utilizan principalmente componentes de fabricación estadounidense", afirma el experto.
Otras compañías taiwanesas también han sentido el impacto de la medida norteamericana. No en vano, las acciones de Alchip Technologies, diseñadora de chips para Phytium, han perdido un cuarto de su valor desde la actualización de la lista del Departamento de Comercio.
Desde la construcción de la primera supercomputadora en 1983, China se ha convertido en el país con mayor cantidad de computadoras de alto rendimiento en el mundo. El pasado mes de noviembre, 214 de las 500 supercomputadoras más potentes se encontraban en China, casi el doble de lo que tenía EE.UU.
Sunway TaihuLight, instalada en 2015 por el Centro Nacional de Supercomputación en Wuxi, fue la primera supercomputadora china en dotarse de chips de fabricación nacional. El dispositivo se incorporó más de 40.000 microprocesadores Sunway SW26010.