Un equipo de arqueólogos ha descubierto más de 40 esqueletos enterrados en enormes jarrones de cerámica en una antigua necrópolis ubicada en la isla francesa de Córcega, informó el Instituto Nacional de Investigación Arqueológica Preventiva (INRAP).
Los restos óseos, que datan del siglo III al VI, se localizaron detrás de una iglesia en la pequeña localidad pesquera de lle-Rousse mientras se realizaban los preparativos para un proyecto de construcción. Tras los primeros hallazgos a inicios de 2019, los arqueólogos profundizaron las excavaciones en febrero de este año cubriendo un área de aproximadamente 600 m2 en el centro de la ciudad.
Los especialistas se sorprendieron al encontrar contenedores de cerámica africanos utilizados como "recipientes para los difuntos", lo que arroja evidencia de las prácticas funerarias de los antiguos habitantes de la zona.
"Estas ánforas son principalmente producciones africanas, que eran usadas entre los siglos IV y VII para importar a Córcega productos como vino, aceite de oliva y salmuera desde Cartago (Túnez)", explicaron los expertos, destacando el otro propósito de las enormes vasijas.
Asimismo, los grandes contenedores cilíndricos se usaron para enterrar niños y adultos. Además, se observó que algunas de las tumbas estaban cubiertas con materiales de terracota, que se empleaban normalmente como tejas para techos en la arquitectura griega y romana.
Si bien se sabe que los romanos gobernaron Córcega y la zona de lle-Rousse en el pasado, los especialistas consideran que, probablemente, colonos posteriores pudieron reutilizar los materiales abandonados tras la ocupación romana, recoge The Science Times.
Los arqueólogos precisaron que los restos se encuentran en un "estado medio de conservación" ya que la mayoría de tumbas han sufrido un deterioro superficial. También indicaron que futuros análisis de laboratorio podrán proporcionar más detalles sobre esta población, y no descartan nuevos descubrimientos en los alrededores de la antigua necrópolis.