El embajador de EE.UU., en Moscú, John Sullivan, ha sido convocado en el Ministerio de Exteriores de Rusia, donde las autoridades locales le han indicado que tomarán "una serie de medidas recíprocas" en un futuro próximo a las sanciones que el Departamento del Tesoro estadounidense aprobó este 15 de abril.
Durante una reunión con el viceministro de Exteriores local, Serguéi Riabkov, a ese diplomático norteamericano le indicaron que Moscú estima "inaceptables" las últimas acciones de EE.UU. porque, al contrario de la intención que declaró de "desarrollar relaciones pragmáticas" con Rusia, "les asestó un nuevo golpe duro", según ha comunicado la Cancillería rusa.
Así, la parte rusa considera que la conducta de la parte estadounidense a la hora de advertír sobre una escalada de tensión es "completamente inaceptable", ya que Moscú muestra desde hace años un enfoque "altamente responsable" para mantener relaciones entre ambas partes "a un nivel aceptable", pero con cada nueva Administración de EE.UU. "solo se agrava la situación" y ninguna responde a "los impulsos constructivos" de Rusia.
Según la Cancillería rusa, las acciones de la Administración de Joe Biden no muestran interés en normalizar las relaciones bilaterales.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, ha comentado que la responsabilidad de la degradación de las relaciones ruso-estadounidenses recae enteramente en Washington.
"Hemos advertido repetidamente a EE.UU. sobre las consecuencias de sus pasos hostiles que confirman peligrosamente el grado de confrontación entre nuestros países. Este curso, como también se ha subrayado en repetidas ocasiones, no responde a los intereses de los pueblos de las dos principales potencias nucleares, que tienen una responsabilidad histórica por el destino del mundo", subrayó Zajárova.
Asimismo, la representante diplomática señaló que "en la conversación telefónica con el presidente ruso, Joe Biden expresó su interés en normalizar las relaciones ruso-estadounidenses. Pero las acciones de su Administración indican lo contrario".
Sanciones de EE.UU. contra Rusia
Este jueves, el presidente de EE.UU., Joe Biden, ha firmado un decreto para imponer nuevas sanciones a Rusia, argumentando presuntas "acciones de su Gobierno y servicios de inteligencia contra la soberanía e intereses estadounidenses".
Esas medidas punitivas incluyen la deportación de 10 empleados de la Embajada rusa en Washington D.C. y apuntan a 16 entidades y 16 individuos, que estarían implicados en la supuesta injerencia rusa durante las últimas presidenciales que EE.UU. celebró en noviembre de 2020.
Asimismo, el Departamento del Tesoro de EE.UU. ha prohibido a las instituciones estadounidenses participar en el mercado primario de bonos que emitan a partir del próximo 14 de junio el Banco Central de Rusia, el Fondo de Bienestar Nacional o el Ministerio de Finanzas ruso, así como prestar fondos a esas instituciones.
Este organismo norteamericano también ha señalado a seis empresas rusas por proporcionar apoyo a un programa del Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia, al "ayudar al desarrollo de herramientas e infraestructura para la realización de actividades cibernéticas malignas".
EE.UU., también ha impuesto sanciones contra ocho individuos y entidades asociados con la "ocupación" de la región de Crimea, que votó en referéndum reunificarse con Rusia tras el golpe de Estado que se produjo en Ucrania en 2014.
Las autoridades estadounidenses responden de este modo a las acciones "desestabilizadoras" de Rusia, como "el fomento y uso de la corrupción transnacional para influir en gobiernos extranjeros", las actividades extraterritoriales contra disidentes y periodistas, los esfuerzos para socavar la seguridad en "países y regiones importantes para la seguridad nacional de EE.UU." o la violación de los fundamentos del derecho internacional, incluido el respeto a la integridad territorial de los estados.
El analista político Carlos Puente Martín considera que la medida puede llevar a un aumento de la inestabilidad en varias regiones. Asimismo, recalca que la respuesta de Moscú a las sanciones injustificadas podría dañar a algunos países de la Unión Europea.
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