Algunos países nórdicos como Islandia, Noruega y Suecia gozan de abundantes fuentes de energía geotérmica, hidroeléctrica y eólica, lo que los convierte en un 'refugio verde' para minar la criptodivisa a gran escala, ya que los mineros consideran las fuentes renovables de energía libres de carbono como una gran ventaja.
Las criptodivisas se minan mediante ordenadores que procesan algoritmos complejos en salas del tamaño de hangares de aeropuerto. Esta actividad conlleva un consumo de electricidad equiparable al de miles de hogares. Estadísticamente, la minería del bitcóin a nivel mundial requiere ahora un consumo de electricidad 66 veces mayor que en 2015, detalla Bloomberg.
¿Seguir proporcionando electricidad al bitcóin?
Mientras, se prevé que los países de así llamado 'refugio verde' experimenten una caída en la cantidad de energía sobrante, de tal forma que el superávit energético de todos ellos (a excepción de Islandia) se reducirá en un 90% desde 2023 hasta el final de la década, según la consultora Volue Insights AS.
Esta caída se debe, en parte, a China, el país donde más criptomonedas se minan. La influencia china en esta materia y su apego al carbón para generar la energía y minar bitcoines hace que crezca la demanda por los lugares de minería verde, lo que conlleva el crecimiento en el consumo de la electricidad.
Asimismo, la disminución del superávit energético está ligada con el hecho de que estos países nórdicos optan por el desarrollo de sectores económicos basados en las tecnologías verdes. Este tipo de industrias verdes y de alto consumo energético generan puestos de trabajo, incentivando la economía, mientras que la minería del bitcóin "conduce a una demanda de energía casi infinitamente creciente", lo que "desplazará a otras industrias mucho más productivas", asegura Espen Barth Eide, diputado del Partido Laborista noruego, citado por la agencia.
De esta forma, a la luz de la reducción del superávit energético, estos países nórdicos pierden su ventaja en la minería verde del bitcóin, optando por proporcionar la electricidad a sectores que rinden más beneficios para sus economías.