El Tribunal de Casación de Francia reafirmó el pasado miércoles la sentencia de dos tribunales inferiores de que Kobili Traoré, asesino de Sarah Halimi, no podrá ser considerado penalmente responsable por sus acciones porque en el momento del crimen se encontraba en un estado de psicosis inducida por drogas, dio a conocer AFP.
Sarah Halimi, una mujer judía ortodoxa de 65 años, murió en 2017 después de que Traoré la empujara por la ventana de su apartamento en París al grito de "Dios es grande" en árabe ("Alahu akbar"). De acuerdo con Israel Hayom, Traoré es traficante de drogas, fumó marihuana todos los días durante 13 años y llegó a consumir diariamente hasta 15 cigarrillos con la droga. El análisis toxicológico reveló la presencia de cannabis en su sangre. Desde que se produjeron los hechos permanece bajo atención psiquiátrica.
En 2018 un tribunal de París se opuso a iniciar el proceso legal contra Traoré. En diciembre de 2019 el Tribunal de Apelaciones de la capital francesa declaró criminalmente irresponsable al sospechoso y ordenó su hospitalización por un período de 20 años.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, criticó el dictamen, alegando que "es necesario un juicio" incluso si el juez resuelve que no hay responsabilidad penal. Las declaraciones del jefe del Elíseo generaron una dura respuesta de los principales magistrados del país, que invocaron la separación de poderes. Sin embargo, tras el fallo del Tribunal de Casación Macron pidió el pasado domingo un cambio en la ley para que el consumo de estupefacientes no elimine la responsabilidad penal.
Repudio a la decisión por parte de la comunidad judía
El veredicto provocó la ira de los grupos antirracistas y organizaciones judías. Desde el principio del proceso, la comunidad judía de Francia estaba consternada por la renuencia del poder judicial a etiquetar formalmente el asesinato de Halimi como crimen antisemita.
La muerte de la víctima avivó el debate sobre una nueva cepa de antisemitismo entre los jóvenes musulmanes radicalizados en barrios predominantemente inmigrantes. En los últimos años judíos franceses han sido blanco de los yihadistas en más de una ocasión. Una de ellas fue en 2012, cuando el islamista Mohamed Merah asesinó a tiros a tres niños y un maestro en una escuela judía en la ciudad de Toulouse.
"A partir de ahora en nuestro país podemos torturar y matar a judíos con total impunidad", comentó el presidente del Consejo Representativo de Instituciones Judías de Francia, Francis Kalifat.