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Un pendiente que pasó desapercibido por 14 años, clave en la condena del asesino de una adolescente hace dos décadas

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El responsable es elegible para obtener libertad condicional después de cumplir tras las rejas 16 años, pero solo si revela la ubicación de los restos de la joven, vista por última vez en 1999.
Un pendiente que pasó desapercibido por 14 años, clave en la condena del asesino de una adolescente hace dos décadas

El australiano Francis John Wark fue sentenciado a 18 años de prisión por el homicidio de Hayley Dodd, una adolescente desaparecida hace casi 22 años en el estado de Australia Occidental.

En un juicio de siete semanas, Wark, de 65 años, fue declarado inocente del delito de asesinato, pero culpable de homicidio involuntario luego de una decisión judicial el pasado 13 de abril. Su sentencia es la más alta impuesta en ese estado por tal cargo, cuya pena máxima es de 20 años, informó el diario ABC News.

En 2018, el acusado había sido declarado culpable por asesinar a Dodd, de 17 años, y sentenciado a cadena perpetua. Sin embargo, en febrero de 2020 esa condena fue anulada gracias a una apelación y se ordenó un nuevo juicio a principios de este año. Wark es elegible para obtener libertad condicional después de cumplir tras las rejas 16 de los 18 años, pero solo si revela la ubicación de los restos de la joven. Un cambio en la ley australiana permite al sistema de justicia penal encarcelar a los asesinos por más tiempo si no se localizan los cuerpos de sus víctimas.

El crimen

Hayley Dodd fue vista con vida por última vez el 29 de julio de 1999 caminando por una carretera cerca de la zona rural de Badgingarra, unos 200 kilómetros al norte de la ciudad de Perth. La adolescente viajaba en autoestop desde la localidad de Dongara para visitar a una amiga suya en Moora. Se presume que habría sido secuestrada y asesinada en algún lugar cerca de Badgingarra.

Wark siempre negó tener nada que ver con la desaparición de la adolescente y poco después del crimen sostuvo que se encontraba haciendo compras a unos 50 kilómetros del sitio donde Dodd fue vista por última vez. Desde entonces los investigadores no llegaron a ninguna conclusión y el caso permaneció sin resolver hasta 2013, cuando durante una revisión se encontró un pendiente en una funda de asiento de un automóvil que conducía el hombre, y que había sido incautado en 1999.

Luego del examen se determinó que el arete pertenecía a Hayley porque coincidía con los dibujos hechos por una amiga suya de las joyas que llevaba antes de desaparecer. Esa conclusión, junto con un cabello de la víctima también encontrado en el coche, ayudaron a incriminar a Wark, quien en 2013 se encontraba cumpliendo una condena de 12 años de prisión por agresión sexual a una mujer que había recogido en una carretera en 2007.

El comisionado de Policía de Australia Occidental, Chris Dawson, asegura que con esta última condena Wark recibió "la sentencia que se merece". La madre de Dodd, Margaret, señala que se ha "hecho justicia", al mismo tiempo que expresó su deseo de que el responsable revele el paradero del cuerpo de su hija.

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