El presidente de Bolivia, Luis Arce, manifestó este miércoles, en la XXVII Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno, su preocupación por la constatación de que la pandemia del covid-19 "ha puesto en evidencia la desigualdad en la distribución de vacunas y su acceso para las naciones del sur".
"La ciencia médica debe estar al servicio del ser humano, sin ningún tipo de discriminación geográfica, política o social y el acceso a la vacuna debe ser visto como un derecho humano", dijo el mandatario durante su intervención, vía telemática, en la cumbre que se celebra en Andorra.
Arce recordó que la distribución desigual de los fármacos anticovid ha sido denunciado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que pidió en el foro iberoamericano que el acceso a la vacuna contra el covid-19 sea catalogado como "un derecho humano".
Arce indicó que, a la fecha, los países ricos han comprado "más de la mitad del suministro de vacunas en el mundo", a pesar de que solo representan el 16 % de la población mundial.
Como consecuencia de esta situación —añadió el mandatario boliviano— "más de 100 países no han vacunado ni a una sola persona de su población" y, además, "se estima que cerca del 90 % de los habitantes en casi 70 países de bajos ingresos no lograrán vacunarse contra el covid-19 en 2021".
Esfuerzos insuficientes
El dignatario boliviano ha dicho que los esfuerzos implementados por los países y organismos internacionales no son suficientes para lograr el acceso equitativo de insumos, medicamentos, vacunas y otros para contener el covid-19.
Por ello, ha exhortado a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y a la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) que se haga "una pronta modificación de los estándares internacionales que protegen la hegemónica industria farmacéutica, a costa del perjuicio de miles de millones de seres humanos".
"Las poderosas transnacionales farmacéuticas, que tienen patentes sobre los diagnósticos, medicamentos y vacunas deben liberarlas y hacerlas de dominio público o emitir autorizaciones voluntarias sin costo para lograr un acceso real de parte de todas las naciones sin excepción", enfatizó.
También abogó por que haya una "cooperación sincera" entre las empresas farmacéuticas y los gobiernos, para que, mediante un trabajo conjunto, garanticen el acceso inmediato y oportuno a las vacunas para las personas más vulnerables.
Asimismo, llamó a los países desarrollados a que distribuyan las vacunas que tienen en exceso con las naciones que carecen de ellas.
"Las naciones del norte tampoco superarán plenamente los efectos económicos de la pandemia del covid-19, por más que destinen miles de millones de dólares para sí mismas, si las naciones del sur son dejadas en la más absoluta vulnerabilidad", advirtió.