A principios de este mes se informó de un encuentro cercano en la órbita entre un satélite del proyecto Starlink de SpaceX y otro de OneWeb que podría haber terminado en desastre. Sin embargo, la compañía de Elon Musk afirmó en una comunicación enviada este martes a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) que nunca llegó a haber una situación de peligro.
La empresa informó que, a pesar de los reportes, las dos compañías dejaron claro que no había tenido lugar ningún accidente. "La probabilidad de colisión nunca excedió el umbral de una maniobra [para evitarla] y los satélites no habrían colisionado incluso si no se hubiera realizado ninguna maniobra", subrayó.
Al mismo tiempo, SpaceX expresó su malestar por el hecho de que "los representantes de OneWeb decidieran revelar información errónea sobre las circunstancias de la coordinación".
Asimismo, el documento incluye una hoja informativa y un cronograma que describe el incidente. El texto destaca que "la reciente coordinación técnica con OneWeb no fue un evento excepcional y el equipo de Starlink realizó con éxito coordinaciones similares con otros propietarios y operadores de satélites". La "probabilidad de conjunción" se estimó inicialmente entre 1 en 10.000 y 1 en 100.000, lo que está cerca del umbral de maniobra de 1 en 100.000, explica.
¿Qué ocurrió en la órbita?
La reacción de la compañía de Elon Musk surge en medio de la polémica en torno a Starlink, un proyecto de Internet por satélite de SpaceX considerado por algunos expertos como un riesgo para el espacio cósmico. Como ejemplo de ello, citaron el incidente con el aparato de OneWeb.
El pasado 30 de marzo, después de que OneWeb lanzara su último lote de 36 satélites desde Rusia, la compañía recibió varias "alertas rojas" de la Fuerza Espacial de EE.UU., que le advirtió de una posible colisión con un satélite de Starlink, publica The Verge. Debido a que la constelación de OneWeb opera en órbitas más altas, los satélites de esta compañía deben atravesar una telaraña de dispositivos de SpaceX que orbitan a una altitud aproximada de 550 km.
Esta alerta indicó una probabilidad de colisión del 1,3 % de dos satélites que se acercarían a una distancia de 58 metros, una proximidad peligrosamente cercana. Si hubieran chocado en órbita, eso podría haber causado colisiones en cascada con otros satélites, provocando explosiones masivas.
Esto se suma al problema de la calidad de los dispositivos de la empresa de Musk. Alrededor del 5 % del primer lote de satélites del programa Starlink falló, informó la propia SpaceX en 2019. Se dejaron caer gradualmente a la Tierra, destruyéndose en el proceso. Ello produce desechos adicionales en el espacio cósmico, ya contaminado por numerosas constelaciones de satélites.
"SpaceX tiene un enfoque decisivo en el espacio, [...] cada uno de nuestros satélites es como un Ford Focus: hace lo mismo, se prueba, funciona, mientras que los satélites Starlink son como Teslas: los lanzan y luego hay que actualizarlos y arreglarlos, o incluso reemplazarlos por completo", comentó Chris McLaughlin, jefe de asuntos gubernamentales de OneWeb, citado por The Wall Street Journal.