Este jueves se inició la Cumbre del Clima, que este año se desarrollará durante solo dos días y de manera virtual debido a la pandemia de coronavirus.
Entre los líderes presentes en la primera jornada, intervinieron los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador; de Brasil, Jair Bolsonaro; de Chile, Sebastián Piñera; de Colombia, Iván Duque, y de Argentina, Alberto Fernández.
El evento fue convocado por el mandatario de EE.UU., Joe Biden, quien en su discurso de apertura se comprometió a reducir entre 50 y 52 % las emisiones de gases de efecto invernadero de su país para 2030, en relación a 2005.
Argentina
Fernández fue el primero de la región latinoamericana en intervenir. El jefe de Estado argentino presentó la propuesta de avanzar en una "renovación de la arquitectura financiera internacional" que posibilite un "canje de deuda por acción climática".
Mientras hace frente a la crisis económica y sanitaria, explicó, su país debe afrontar el pago de los compromisos asumidos por el gobierno de Mauricio Macri, quien durante su gestión endeudó a la Nación por más de 54.000 millones de dólares.
Señaló por otra parte que Argentina no sólo honra las metas del Acuerdo de París, sino que además postula mayores medidas y esfuerzos para reducir la contaminación ambiental, lo que incluye, por ejemplo "un plan de eficiencia para el transporte, la industria y la construcción" y la tipificación como delito ambiental de las prácticas de "deforestación ilegal".
"Nos miran las nuevas generaciones. El tiempo de la duda se terminó; nadie se salva solo. Transitemos unidos un tiempo distinto, con justicia social, financiera y ambiental", afirmó el dirigente peronista.
Brasil
A su turno, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se comprometió ante la comunidad internacional a poner fin antes de 2030 a la deforestación ilegal en su país, ya que, estimó, de alcanzar ese objetivo las emisiones de dióxido de carbono se reducirán en 40 %.
"Determiné que nuestra neutralidad climática sea alcanzada en 2050, anticipando en 10 años el compromiso anterior", dijo, y aclaró que para lograrlo será necesario vencer el desafío anterior.
Bolsonaro admitió que será una "tarea compleja" terminar con la tala irregular, debido a las limitaciones presupuestarias, pero aun así anunció un "fortalecimiento" de los órganos ambientales, "duplicando recursos" para acciones de vigilancia de delitos en ese ámbito.
Conocido por sus posiciones de ultraderecha, el mandatario pidió una "justa remuneración" por parte de los países desarrollados para compensar los "servicios ambientales" que, dijo, Brasil ofrece al mundo, aludiendo así al aporte que los biomas (o áreas que comparten clima, flora y fauna) de Brasil prestan al planeta.
Su Gobierno ha sido denunciado por la comunidad internacional por los incendios y la deforestación de la Amazonía brasileña, que entre agosto de 2019 y julio de 2020 arrasaron con más de 11.000 kilómetros cuadrados, la peor pérdida registrada en los últimos 10 años.
Esta semana, un grupo de profesionales conformado por exministros, sociólogos, científicos, economistas y profesores universitarios de Brasil enviaron una carta abierta a los participantes de la Cumbre, en la que advirtieron que Bolsonaro no ha variado su política medioambiental, a pesar de su reciente cambio de discurso.
Chile
"Chile está dispuesto a hacer su parte. Aunque somos un país pequeño, responsable sólo del 0,25 % de las emisiones totales del mundo, estamos decididos a tener un impacto significativo y positivo y a hacer una contribución relevante en nuestra lucha contra el cambio climático", dijo en su intervención el presidente chileno, Sebastián Piñera.
Asimismo, instó a todos los países a establecer una zona de protección de los recursos marítimos de la Antártida y reiteró su compromiso de lograr la descarbonización total de la matriz energética chilena para 2040.
Según Piñera, las condiciones geográficas y el clima del territorio chileno le permiten a esa nación andina generar energías renovables, como la solar y la eólica, además de avanzar en el desarrollo de la industria de hidrógeno verde para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Colombia
A su turno, el jefe de Estado colombiano, Iván Duque, llamó a los asistentes a la cumbre que aún no lo han hecho a suscribir el acuerdo de los líderes globales por la protección de la naturaleza. "Son ya 84 países del mundo que han firmado estos 10 principios, queremos que esto se extienda", manifestó.
En cuanto a las acciones que asumirá para reducir el calentamiento global y la contaminación, Duque señaló: "Un país como Colombia representa el 0,6 % de las emisiones de gases efecto invernadero a nivel mundial. No obstante, está entre los 20 países más vulnerables y más amenazados por los efectos del cambio climático. Ante esa realidad tenemos que actuar con coraje, con determinación, y actuar ahora".
El mandatario coincidió con el planteamiento de su par argentino, Alberto Fernández, respecto a incrementar las acciones de cuidado ambiental a cambio de aliviar las exigencias de sus compromisos financieros. "Es urgente que tengamos mecanismos innovadores, donde podamos hacer canjes de deuda por la protección efectiva del clima", declaró.
México
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró que su país dejará de importar gasolina para evitar el uso excesivo de combustibles.
"Aunque hemos descubierto tres grandes yacimientos de hidrocarburos, el petróleo que estamos descubriendo se destinará básicamente a cubrir la demanda de combustibles del mercado interno y se acabará con la práctica de exportar petróleo crudo y comprar gasolina", dijo.
En ese marco, López Obrador hizo alusión a los yacimientos de Ixachi, Quesqui y Dzimpona, ubicados en los estados de Veracruz y Tabasco, en el sureste mexicano, que tienen reservas de más de 1.500 millones de barriles de crudo.
"De esta forma ayudaremos a evitar el uso excesivo de combustibles fósiles", agregó.
A la cumbre climática organizada por Washington fueron invitados en total 40 jefes de Estado o de Gobierno, entre ellos el presidente, chino, Xi Jinping, y el ruso, Vladímir Putin.