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Estiman que más de 10.000 migrantes irregulares esperan cruzar desde Colombia hacia Panamá por la peligrosa selva de Darién
Durante el primer trimestre de 2021 ingresaron 7.150 migrantes, 4.403 solo en el mes de marzo, informó el Consejo Noruego de Refugiados (NRC).
Desde que comenzó el 2021, más de 7.000 migrantes y víctimas del desplazamiento forzado han cruzado la frontera de Colombia hacia Panamá, y el flujo va en aumento a pesar de los riesgos que corren cientos de familias al atravesar pasos ilegales.
Según un reciente informe del Consejo Noruego de Refugiados (NRC, por sus siglas en inglés), más de 10.000 migrantes y refugiados esperan con incertidumbre que los gobiernos de ambos países definan acciones que les permitan continuar accediendo a ayuda humanitaria y un tránsito seguro entre las fronteras.
"El incremento de personas migrantes y refugiadas cruzando por la peligrosa selva del Darién es preocupante. 5 de cada 10 personas que ingresaron a Panamá este año lo hicieron en el mes de marzo. Es urgente que las autoridades de Colombia y Panamá encuentren soluciones compartidas para salvar vidas", dijo Dominika Arseniuk, directora de país de la ONG.
En los últimos 4 años, se ha disparado por 15 veces el número de niños que cruzan hacia el norte, según datos de Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). En 2017 cruzaron 109 niños, y 1.653 lo hicieron el año pasado en plena pandemia de coronavirus, luego de un salto significativo de 3.956 menores de edad en 2019.
De acuerdo a la Cancillería de Panamá, las familias que deciden tomar el riesgo no buscan quedarse en el territorio panameño, sino seguir su trayecto y su fin último es EE.UU. Son migrantes o refugiados de diversos orígenes: algunos huyen de zonas de conflicto en Latinoamérica, aunque también llegan desde Asia y África.
De acuerdo a los datos proporcionados por el gobierno de Panamá, durante el primer trimestre de 2021 ingresaron de manera irregular a la nación caribeña 7.150 migrantes, 4.403 solo en el mes de marzo. Además, se estima que hay unas 10.000 personas en territorio colombiano aguardando para ingresar a Panamá a través de la selva de Darién.
La frontera de Panamá con Colombia tiene 266 kilómetros de una selva espesa y húmeda, plagada de animales salvajes e insectos. Atravesarla lleva entre 7 y diez días, a merced de picaduras, mordeduras, ríos caudalosos, pero también asaltos, engaños, trata de personas y hasta abusos sexuales.
Es que, a los riesgos que de por sí impone el terreno para quienes lo atraviesan, se suma la presencia de grupos delictivos, narcoparamilitares y guerrilleras como las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Clan de Golfo.
A principios de este mes, la canciller de Panamá, Erika Mouynes, solicitó una "reunión binacional" con el Gobierno de Colombia para abordar la emergencia humanitaria situada en la frontera común.
Panamá le ha solicitado a Colombia que logren hacer un flujo controlado para evitar ingresos masivos. Según indicó al canal TVN el comisionado y director del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), Ariel Ortega, las autoridades trabajan en la elaboración de un memorándum de entendimiento para abordar la problemática de manera conjunta.
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