La cantante lírica española Ainhoa Arteta despertó la alarma entre sus seguidores después de que fuera vista en silla de ruedas tras su último concierto en el Nuevo Teatro Viejo de Arucas, en Las Palmas de Gran Canaria (España), el pasado 24 de abril. La artista ha publicado un video en sus redes sociales para explicar que lo que le ocurre es una "consecuencia del covid".
"Me ha salido ahora, después de cuatro meses, hace dos que lo pasé", dice Arteta, quien detalla que se le han inflamado las venas dentro de las rótulas, lo que ocasiona que tenga que evitar andar mucho y deba hacer reposo.
"Salgo a cantar tiesa, pero voy con muletas y con silla de ruedas", afirma la soprano, para evitar los largos trayectos en el interior del aeropuerto, "que son infinitos".
"No es nada grave, pero no es nada agradable", relata Arteta, mostrando sus deseos de "que no haya venido para quedarse" y que se pueda acabar en breve con la inflamación que padece. "Este bicho de repente te da muchas sorpresas y cuando parece que has pasado todo, de repente te quedas, como me quedé yo, sin poder andar", concluye.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), muchas personas que han padecido covid-19 continúan experimentando síntomas a largo plazo, entre los que se encuentran la fatiga y diversas secuelas respiratorias y neurológicas.