El secretario del Interior de Australia, Michael Pezzullo, se dirigió este martes al personal de su departamento para advertir que "los tambores de la guerra suenan" al compás de las tensiones en la región de Asia-Pacífico y el Mar de China Meridional, informa ABC News.
"En un mundo de tensión y pavor perpetuos, los tambores de la guerra suenan, a veces débiles y distantes, y otras veces más fuerte y cada vez más cerca", dijo el funcionario en un discurso dirigido al personal del Ministerio con motivo del Día de Anzac, que conmemora a los australianos y neozelandeses que ha servido y muerto en el servicio militar de sus naciones.
La declaración fue respaldada por la ministra de Asuntos Internos de Australia, Karen Andrews, quien afirmó que el país debe estar "alerta pero no alarmado", mientras que el ministro de Defensa, Peter Dutton, dijo que aunque no quiere que estalle un conflicto entre China y Taiwán, "yo no creo que pueda ser descartado".
En medio de las crecientes tensiones militares entre China y Estados Unidos por Taiwán, el influyente funcionario australiano también recordó la "protección brindada a Australia" por la alianza militar ANZUS, que desde hace 70 años mantiene con Estados Unidos y Nueva Zelanda.
El primer ministro, Scott Morrison, no se pronunció en torno a los comentarios de Pezullo o de Dutton, limitándose a afirmar que está enfocado en "buscar la paz para un Indo-Pacífico libre y abierto".
El aumento de las tensiones en la región se produce tras el incremento de la actividad militar china en aguas del mar de China Meridional, visto por Australia, EE.UU., Reino Unido, Francia, Japón y Filipinas como una amenaza a la "libertad de navegación". Las acciones de Pekín fueron seguidas por el despliegue de grupos de ataque de portaviones estadounidenses.
En medio de este clima, Estados Unidos, Francia y Japón realizarán ejercicios militares en el área a partir del 11 de mayo, mientras que el Reino Unido ha desplegado un grupo de ataque en el este de Asia.
China, por su parte, ha estado enviando aviones para sobrevolar el espacio aéreo de Taiwán, considerado por el gigante asiático como territorio suyo.