Los agricultores turcos de la provincia de Konya alertan sobre la aparición de cráteres en sus campos que amenazan con poner los cultivos en aprietos e incluso algunas viviendas cercanas a las zonas afectadas, informa la agencia AFP.
Los agujeros aparecieron por primera vez hace 15 años, pero últimamente su cantidad se ha incrementado. Así, este año se reporta alrededor de 600 hoyos en la provincia, un número que casi duplica la cifra del año pasado, cuando se registraron 350 huecos de este tipo, según estima el profesor Fetullah Arik que encabeza el Centro de Investigación de Hundimientos de la Universidad Técnica de Konya.
Uso excesivo de las aguas subterráneas para el riego
Las causas del fenómeno se vinculan con el uso excesivo de aguas subterráneas usadas para la irrigación de las tierras agrícolas a la luz de la sequía. Es decir, los nuevos agujeros surgen cuando las cavernas subterráneas se hunden con el peso de las capas del suelo.
Asimismo, el problema se agudiza por los dos tipos de sequía que sufre Turquía: la meteorológica y la hidrológica. La primera se produce ante la escasez de lluvias y la segunda está relacionada con los bajos niveles de agua en fuentes naturales como arroyos, embalses, ríos y lagos. Por ejemplo, las reservas de agua en el lago de Beysehir se desplomaron desde 450 millones de toneladas en 2020 hasta 123 en 2021.
Mientras tanto, los agricultores se ven obligados a optar por las aguas subterráneas para regar sus cultivos, dado que otros medios resultan más caros y merman sus ingresos.
Impacto económico
Si las autoridades no abordan el problema, la sequía podría perjudicar a los agricultores y a los consumidores "tanto o peor" que el impacto económico de la pandemia de coronavirus, según el jefe de la Cámara de Ingenieros Agrónomos de Turquía, Baki Remzi Suicmez.
Por su parte, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan se comprometió a "renovar y mejorar los sistemas de riego agrícola" durante un foro dedicado a los problemas de agua en el país celebrado en marzo. Mientras, el ministro de Agricultura, Bekir Pakdemiri, relacionó la sequía y la aparición de los agujeros con el aumento de temperaturas y el cambio climático.
Sin embargo, Suicmez asegura que sería erróneo echar toda la culpa a los eventos globales. "No podemos decir: 'Oh, hay cambio climático, por eso hay sequía', cuando hay razones concretas para ello", enfatizó el experto.
Entretanto, el desarrollo de la situación depende en gran medida de la cantidad de precipitaciones, ya que "si no llueve lo suficiente en esos meses (abril, mayo), en casi todas las zonas donde hay cultivos de secano, continuará el riesgo de sequía agrícola", advirtió Suicmez. No obstante, si las lluvias llegan, considera que el problema no desaparecerá por completo.