Un juez franco-judío dimitió en protesta de una controvertida decisión de un tribunal superior de no procesar a un hombre que mató a una anciana judía porque estaba drogado en ese momento. Jack Broda renunció a su cargo en el Tribunal de Comercio de Nancy, en el este de Francia, tras el veredicto, que ha provocado manifestaciones en todo el mundo, informa Le Figaro.
"Decidí renunciar por el fallo, que al principio no podía creer. Mi renuncia fue aceptada y lamentada", aseveró el juez. También pidió un nuevo juicio y acogió con satisfacción los planes del Gobierno francés para cambiar la ley sobre los delitos cometidos después de consumir drogas.
Sarah Halimi, una mujer judía ortodoxa de 65 años, murió en 2017 después de que Kobili Traoré la golpeara y la empujara por la ventana de su apartamento en París al grito de "Allahu akbar" ("Dios es grande" en árabe).
El hombre era traficante de drogas, fumó marihuana todos los días durante 13 años y llegó a consumir diariamente hasta 15 cigarrillos con cannabis. El análisis toxicológico reveló la presencia de cannabis en su sangre en el momento del crimen.
Desde que se produjeron los hechos permanece bajo atención psiquiátrica.
A mediados de abril, el Tribunal de Casación de Francia reafirmó la sentencia de dos tribunales inferiores de que Traoré, de 32 años, no podrá ser considerado penalmente responsable por sus acciones porque en el momento del crimen se encontraba en un estado de psicosis inducida por drogas.
Desde el principio del proceso, la comunidad judía de Francia estaba consternada por la renuencia del poder judicial a etiquetar formalmente el asesinato de Halimi como crimen antisemita.
La última decisión de la justicia francesa provocó fuertes protestas en Francia, así como en Londres, Roma, Tel Aviv, Los Ángeles, Miami y Nueva York. Por su parte, tras el fallo del Tribunal de Casación, el presidente francés Emmanuel Macron pidió un cambio en la ley para que el consumo de estupefacientes no elimine la responsabilidad penal.