Un hombre identificado como Tomás Antonio Gimeno, de 37 años, ha desaparecido en la isla canaria de Tenerife (España) con sus dos hijas de 1 y 6 años de edad. Se encuentran en paradero desconocido desde el martes por la noche, cuando debía haber entregado las niñas a su madre, de la que está separado, después de haber pasado la tarde con ellas.
Todo indica que se trata de una desaparición de alto riesgo y la Policía baraja un posible secuestro, después de que esa misma noche llamara a la madre de sus hijas para decirle que no volvería a ver a las pequeñas ni tampoco a él.
Zarpó en una barca encontrada a la deriva
La última vez que se vio al hombre, salía en una barca del Puerto Deportivo Marina de Santa Cruz de Tenerife pasada la medianoche. Horas después, ya el miércoles, la embarcación fue encontrada a la deriva cerca del puerto de Güímar, sin rastro de ninguno de los tres desaparecidos.
Según las imágenes captadas por las cámaras del puerto, Gimeno llegó con su coche alrededor de las 21:30 horas y realizó varios viajes con bolsas y bultos desde el vehículo hasta su embarcación. Ni las cámaras de seguridad ni el guardián que hacía el turno de noche, con quien se cruzó, advirtieron en ningún momento la presencia de las niñas.
Poco después de la medianoche, el hombre partió con su barco, un pequeño navío de recreo, de alrededor de seis metros de eslora, que solo cuenta con un pequeño camarote. Todavía no ha trascendido si hay algún indicio de que las niñas hubieran estado allí.
Un avión de Salvamento Marítimo realizó búsquedas en la zona el miércoles, sin éxito, y este jueves se han reiniciado las labores de búsqueda con medios aéreos y marítimos de la Guardia Civil, de Salvamento Marítimo y un helicóptero del 112 del Gobierno de Canarias, que han ampliado el radio de acción inicial.
Amenazas anteriores
Tras la desaparición ha trascendido un episodio anterior que sucedió en diciembre. La madre de las niñas sostuvo ante la Guardia Civil que su expareja la había amenazado verbalmente con no volver a ver a sus hijas, pero entonces no quiso interponer una denuncia.
Además, según apunta el diario Sur, hoy se ha conocido que además de la llamada a la madre de las pequeñas en la que le decía que no volvería a verlas, el hombre envió también varios mensajes telefónicos a otros familiares y allegados con despedidas.