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Elecciones a la Comunidad de Madrid: un nuevo capítulo de confrontación y división política
Durante la campaña electoral se ha escenificado un enfrentamiento dialéctico que ha dejado fuera al contenido programático de las formaciones.
La Comunidad de Madrid afronta los últimos días de campaña para los comicios que se celebrarán el próximo 4 de mayo. Aunque tienen un alcance regional, como subraya el Partido Socialista, la principal candidata y actual presidenta de la región que acoge la capital del país, Isabel Díaz Ayuso, insiste en su enfrentamiento con el Gobierno de Pedro Sánchez.
Lo cierto es que esta contienda se ha centrado más en los dardos y las amenazas que en las propuestas, de manera que las formas han tiranizado el debate electoral, que se ha quedado casi vacío de contenido.
La campaña a la Presidencia de la Comunidad de Madrid es el símbolo de la teatralización de la política. El politólogo José Rama señala que "hoy los políticos lo que hacen es dividir a la sociedad, confrontar a la sociedad. Todo en aras de un juego político que está alejado de las políticas concretas y de los ciudadanos".
Polarización
En esta campaña electoral una gran parte de la clase política ha mandado continuos mensajes de división que ha polarizado la campaña. Los conservadores se han centrado en alertar que, si no les votan, viene el comunismo. Del otro lado, los progresistas han advertido que, en caso de ser derrotados, se abrirán las puertas del Gobierno regional a los fascistas.
En estas elecciones está en juego mucho más que unos comicios regionales, como demuestra que el presidente del Gobierno español se haya involucrado personalmente en la campaña del Partido Socialista, que Pablo Iglesias haya dejado la vicepresidencia del Ejecutivo nacional para liderar Unidas Podemos, y que la candidata del conservador Partido Popular haya intentado capitalizar la oposición constante que ha realizado a Pedro Sánchez durante toda la pandemia.
La crispación se percibió ya durante el primer acto de campaña de Vox en un barrio obrero de la capital, Vallecas, caracterizado por su militancia antifascista. Decenas de vecinos llegaron a la plaza para boicotear el mitin del partido de extrema derecha. Después de que el líder de la formación, Santiago Abascal, rompiera el cordón policial para encararse a los manifestantes, hubo lanzamientos de objetos, cargas policiales y continuos insultos.
El sociólogo e investigador de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Guillermo Fernández Vázquez, opina que "lo más grave para la política, de todo lo que está pasando, es la sensación de que se mueve en un ámbito muy diferente al de la vida cotidiana: los problemas de salud, los problemas de trabajo, los problemas de transporte".
Así, una parte de la sociedad ya no ve a los políticos con los que no está de acuerdo como oponentes o adversarios, sino como enemigos, de manera que en una parte de la ciudadanía se ha instalado la falta de aceptación del otro.
La campaña electoral en Madrid es un reflejo más de la falta de diálogo, cuando en medio de la pandemia y de la crisis económica podría haber sido una gran oportunidad para que la clase política pudiera recuperar parte de la credibilidad perdida.
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