La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, declaró este lunes durante una entrevista con RT que las sanciones contra el país representan un "gesto de desesperación" debido a la incapacidad de las naciones occidentales para aceptar los evidentes éxitos de la economía rusa y el aumento de su competitividad internacional.
La vocera lamentó que el uso ampliado de "medidas restrictivas unilaterales y motivadas políticamente" por parte de varios países occidentales, y principalmente por EE.UU., se haya convertido en la "realidad de nuestro tiempo".
A mediados de abril, el presidente de EE.UU., Joe Biden, firmó un nuevo paquete de sanciones contra empresas e individuos rusos debido a las presuntas "acciones del Gobierno y servicios de Inteligencia [de Rusia] contra la soberanía e intereses estadounidenses". Moscú, por su parte, indicó que estas acciones muestran que Washington no tiene interés en normalizar las relaciones bilaterales y respondió con medidas similares.
"Vemos las sanciones contra Rusia cada vez más como un gesto de desesperación debido a la incapacidad de las élites locales para aceptar nuevas realidades, abandonar los estereotipos del 'pensamiento de bloque' y reconocer el derecho de Rusia a determinar de forma independiente sus formas de desarrollo y establecer relaciones con sus socios", señaló Zajárova, quien sugirió que a los países occidentales "les resulta difícil soportar los evidentes éxitos de la economía rusa, el aumento de su competitividad internacional y la expansión de la presencia de bienes y servicios rusos de alta calidad en los mercados mundiales".
"Rusia logró cambiar la situación a su favor"
Zajárova asimismo recordó que las sanciones representan una "violación de la soberanía de los Estados y una injerencia en sus asuntos internos", y señaló que el objetivo de la medida es "preservar a toda costa la posición dominante, la cual gradualmente se está perdiendo", así como "enmascarar el proteccionismo comercial" y "desviar la atención de los problemas internos". Entre tanto, el daño mutuo por causa de las sanciones asciende a "cientos de miles de millones de dólares".
No obstante, la vocera aseguró que Rusia logró "cambiar la situación a [su] favor", lanzar programas de sustitución de importaciones y desarrollar sectores prometedores y competitivos de la economía nacional.
Moscú también continúa dando pasos cada vez más activos para reducir la dependencia de su economía del dólar estadounidense. En particular, Rusia ha firmado acuerdos con China y Turquía sobre la expansión del uso de monedas nacionales en pagos mutuos, y mantiene compromisos similares dentro del grupo BRICS. "Se observa una dinámica positiva en el aumento de la participación de las monedas nacionales en el espacio de la Unión Económica Euroasiática, así como en la cooperación comercial y económica entre Rusia y los países de la región de Asia-Pacífico y América Latina", precisó Zajárova.
Además, Rusia también está trabajando para minimizar los posibles riesgos y los daños económicos en caso de ser desconectada del sistema de transferencias bancarias internacional SWIFT, aunque este escenario se considera actualmente "hipotético". Así, uno de los instrumentos alternativos es el Sistema para la Transferencia de Comunicaciones Financieras del Banco de Rusia. Actualmente, se están discutiendo opciones para combinarlo con sistemas extranjeros análogos, como la SEPA europea, el SEPAM iraní, y el CUP o el CIPS chinos.
"No pretendemos aislarnos del mundo exterior"
Al mismo tiempo, la portavoz de la Cancillería rusa subrayó que Moscú está "dispuesta en cualquier momento" a acabar con este "enfrentamiento sin sentido". "Teniendo en cuenta el hecho evidente de que las sanciones contra Rusia son un arma de doble filo que también inflige daño a sus iniciadores, contamos con el sentido común y que vuelvan a construir relaciones con nosotros sobre la base de los principios de justicia e igualdad, renunciando el 'derecho de los fuertes' y la invasión en los asuntos soberanos de otros Estados", aseveró Zajárova.
"No pretendemos aislarnos del mundo exterior, a lo que nos empujan enérgicamente los iniciadores de las sanciones. Por el contrario, siempre estamos abiertos al diálogo sobre todas las cuestiones problemáticas y estamos dispuestos a una cooperación igualitaria y mutuamente beneficiosa con todos los países, pero solo sobre la base de los principios de igualdad y consideración mutua de intereses", concluyó la vocera.
Otra fuente de tensión entre Rusia y EE.UU. es la construcción del gasoducto Nord Stream, el cual aumentará el suministro de gas ruso a Europa y al que Washington pone los obstáculos. En este sentido, la exministra de Exteriores de Austria, Karin Kneissl, denunció a RT que las acciones de EE.UU. contra el gasoducto no respetan el derecho internacional.
Por su parte, el especialista en geopolítica de conflictos Enrique Refoyo opinó que las acciones de Washington están dirigidas a mantener su control sobre las políticas europeas. El experto agregó que la cooperación de Alemania y Rusia puede contribuir a que la economía del bloque sea más competitiva e independiente.
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