¿Para qué está desarrollando EE.UU. su sistema global de defensa antimisil?

La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia destacó que Washington quiere devaluar el potencial ruso en el ámbito de la disuasión nuclear, después de que Bloomberg reportara que el Pentágono planea destinar casi 18.000 millones de dólares al desarrollo de un nuevo interceptor.

EE.UU. quiere devaluar el potencial ruso de disuasión nuclear con la ayuda del sistema global de defensa antimisil, declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, María Zajárova.

La vocera destacó este lunes en un comentario para RIA Novosti que, después de salir unilateralmente del Tratado sobre Misiles Antibalísticos en el 2002, Washington empezó a desplegar medios antimisiles en varias regiones, en el marco de la formación de su sistema global antimisil. "Bajo pretextos ficticios, los complejos antimisiles terrestres se despliegan en la vecindad inmediata de las fronteras rusas. Se desarrollan activamente los medios marítimos que aparecen regularmente cerca de la costa de Rusia. EE.UU. planea el desarrollo del segmento espacial de su defensa antimisil global, que de hecho, prevé en perspectiva el despliegue en el espacio de los medios antimisiles de combate", afirmó Zajárova.

En su opinión, los intentos de presentar el sistema de defensa antimisil como un proyecto solo de defensa "no son más que una cortina de humo". La portavoz afirmó que de esta manera Washington quiere crear las condiciones para poder dar el primer golpe a su rival y protegerse de su respuesta, lo que le proporcionaría una ventaja decisiva. "Esto puede llevar y ya lleva a consecuencias graves en el ámbito de la seguridad, viola el equilibrio estratégico de poder en el mundo, provoca una carrera armamentista, incluso [las armas] de misiles", precisó.

"En el campo militar, EE.UU. se ha fijado la tarea de alcanzar el dominio absoluto y apuesta por una devaluación del potencial ruso de disuasión nuclear, con énfasis en la creación de la defensa antimisil global. En la misma línea [se encuentra] el desarrollo por los estadounidenses de las capacidades militar-espaciales y la creación de los medios no nucleares del 'golpe rápido de alta precisión'", indicó.

La semana pasada, Bloomberg señaló que el Departamento de Defensa de EE.UU. planea destinar casi 18.000 millones de dólares al desarrollo de un nuevo interceptor capaz de neutralizar misiles nucleares de Corea del Norte o Irán. Dos compañías estadounidenses participarán en la competencia para hacerse con el proyecto, Lockheed Martin y Northrop Grumman. La empresa adjudicataria construirá 31 nuevos interceptores, incluyendo diez para pruebas.

"Una falsa sensación de seguridad"

Mientras tanto, el experto militar Alexéi Leonkov afirmó a RT que EE.UU. abandonó el Tratado sobre Misiles Antibalísticos para aumentar su dominio militar global. De acuerdo con sus declaraciones, Washington empezó a "formar una nueva estrategia del golpe global instantáneo, donde la defensa antimisil desempeña un papel clave". "El nuevo plan suponía que el Pentágono realiza un golpe preventivo de advertencia, destruyendo el potencial nuclear de Rusia o la República Popular China, después de lo cual los sistemas de defensa antimisil estadounidenses acaban con todos los misiles restantes que se lanzan como un golpe en respuesta a las acciones de EE.UU.", dijo.

Según Leonkov, la ubicación de los sistemas indicó que están dirigidos contra Rusia y China y no contra Irán y Corea del Norte. "Los sistemas de defensa antimisil estadounidenses fueron ubicados en los lugares más exitosos para la interceptación de los misiles rusos, por eso las explicaciones sobre Irán y Corea de Norte son insostenibles", opinó.

En el mismo sentido se expresó Serguéi Yermakov, experto senior del Centro de Coordinación de Investigaciones del Instituto Ruso de Investigaciones Estratégicas, agregando que, sin embargo, el sistema está dirigido también contra Pionyang y Teherán.

Además, Yermakov sostuvo que "no hay una garantía del 100% de que se puede hacer un sistema de defensa antimisil que proteja todo el territorio de EE.UU.". Al mismo tiempo, "un intento de crear tal sistema puede dar a sus propietarios una falsa sensación de seguridad. Esto, a su vez, provoca la militarización ulterior de la política exterior de EE.UU. Washington, considerando que el país está protegido por todas las partes, puede acometer acciones inadecuadas, entre ellas la realización de los primeros golpes contra sus adversarios", afirmó.

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