La Gran Nube de Magallanes, una de las galaxias más cercanas a la Vía Láctea —galaxia donde se encuentra nuestro sistema solar—, navega a través de un área conocida como halo galáctico, escasamente poblada de estrellas, y que al parecer contiene un depósito de materia oscura que se piensa constituye la mayor parte de toda la masa del universo.
Recientemente, y en sus esfuerzos por develar los misterios de esta materia, un grupo de astrónomos de la Universidad de Arizona, en EE.UU., elaboró un nuevo mapa del halo galáctico, con datos de telescopios de la NASA y la Agencia Espacial Europea, que ha revelado una estela de estrellas que podría ayudar a entender su naturaleza, explica la institución en un artículo.
Según los expertos, a medida que la Gran Nube de Magallanes se desplaza por el halo —ubicado en los confines exteriores de la Vía Láctea— su gravedad provoca una perturbación que va dejando un rastro como el que deja un barco al navegar sobre el agua. De acuerdo con Nicolás Garavito-Camargo, coautor de un estudio al respecto publicado el mes pasado, se cree que esa estela "está formada por materia oscura y arrastra estrellas con ella", lo cual permite detectarla.
"Las estrellas que se ven siguiendo a la Gran Nube de Magallanes en el nuevo mapa estelar son el contorno de esta estela de materia oscura, en la que estas 'flotan' sobre ella como restos flotantes en un océano invisible", señala la Universidad de Arizona en su informe.
Estudios anteriores sobre la posible distribución de la materia oscura a través del halo galáctico insinuaban la existencia de la estela con base en un modelo teórico, pero este nuevo mapa confirma su presencia y ofrece una vista detallada de su forma y tamaño. En la actualidad, los astrónomos están realizando pruebas para ver cuál de las teorías sobre la materia oscura se adapta mejor a la forma y ubicación de la estela. "Lo que ha sido una predicción puramente teórica ahora ha sido validado por datos de observación, proporcionando un argumento convincente para la existencia de materia oscura", comenta Gurtina Besla, profesora en el Observatorio Steward de la Universidad de Arizona y también coautora de la investigación.
De este modo, ahora los científicos tiene la oportunidad de estudiar algo que no pueden ver: la materia oscura. Esta no emite, refleja ni absorbe la luz, pero el actual hallazgo refirma sus drásticos efectos gravitacionales sobre el movimiento de las estrellas y gas en el universo. Aunque sigue siendo un interrogante si está formada por partículas, como la materia que conocemos, y cuáles son sus propiedades, se presume que hace las veces de 'andamio' sobre el cual "se construyen las galaxias y sin el cual estas se separarían mientras giran". "Es cinco veces más común en el universo que todo lo que es visible, incluidas las estrellas, los planetas y las nubes de gas", comenta la universidad.
Además de todo lo anterior, el recién elaborado mapa proporciona información vital sobre el destino de nuestra galaxia. La interacción entre la Gran Nube de Magallanes y la materia oscura tiene grandes implicaciones en este sentido, ya que la gravedad de esta última arrastra a la galaxia y la ralentiza a medida que orbita alrededor de la Vía Láctea. Tal y como explica la Universidad de Arizona, "esto hará que la órbita de la Gran Nube de Magallanes se haga cada vez más pequeña, según los astrónomos, hasta que la galaxia finalmente colisione con la Vía Láctea dentro de unos 2.000 millones de años".
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